De Compras (+18)

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Especial de los One-Shots Cachondos Pt. 5

T/N dejó escapar un suspiro cansado. Llevaba casi una hora parado en medio de la tienda sosteniendo bolsas llenas de ropa y otras cosas.

—¿Cuánto más vas a tardar?— Preguntó T/N

—Ya deja de quejarte. Solo nos queda una tienda más y créeme que te gustará.— Dijo Paulina mientras guardaba una camiseta negra.

T/N había estado en muchas situaciones pero ninguna requería tanta paciencia como ésta. T/N estaba ayudando a Paulina a comprar todos los "materiales" que necesitaba para el próximo año. Y con eso se refería a comprar ropa.

Te preguntarás cómo terminó siendo T/N quien llevaba las bolsas de tres tiendas diferentes. Bueno, resulta que T/N le había pedido a Ale que le hiciera un gran favor comprando un libro que necesitaba para la clase de química, y después de una breve negociación, Ale aceptó a cambio de que él tomase el lugar de ella para acompañar a Pau de compras. Al principio, reacio a aceptar los términos de Ale, T/N se sometió a los términos ya que su calificación en la clase necesitaba mejorar.

Así que ahí estaba él, pagando la deuda haciéndose cargo del lugar de Ale. Al principio las cosas no parecían tan mal con T/N teniendo que quedarse ahí y dar su opinión sobre algunos artículos y demás. Pero tres tiendas después y el tiempo avanzando a paso de tortuga, las cosas se estaban poniendo horribles para el amigo de las hermanas Villarreal.

—Por aquí T/N, solo una tienda más y eres un hombre libre.— Dijo Paulina en broma mientras balanceaba sus caderas mientras caminaba.

T/N casi tropezó cuando su cara se cubrió de rojo. Odiaba admitirlo, pero Paulina le parecía sexy a su manera. Tal vez no tenía uno de los pechos más grandes que había visto o unas caderas que sólo podían usarse para hipnotizar a cualquiera que la observara durante demasiado tiempo. 

Pero había algo en ella que lo provocaba demasiado, lo ponía duro.

Eso, junto con su piel blanca cremosa, su larga melena roja y sus miradas seductoramente inteligentes y, a veces, depredadoras, la convertían en una diosa con la que pocos podrían aspirar a estar.

T/N se sacudió para evitar que su mente pensara cosas y continuó caminando hasta que llegaron a la tienda.

—Aquí estamos T/N, puedes abrir los ojos.— Dijo Paulina llamando la atención de T/N.

T/N se giró para ver la tienda a la que habían llegado y se quedó sin aliento en estado de shock.

Estaba frente a la única tienda a la que a un persona hormonal con cierto respeto por sí mismo le encantaría entrar, pero no lo hizo porque no quería ser etiquetado como un pervertido. La parada número uno para mujeres de todas las edades para comprar ropa interior, lencería y trajes de baño para cualquier ocasión.

—¿Vienes o qué?— Preguntó Paulina.

—¿Segura que debería hacerlo? Porque realmente no lo creo.— Comenzó T/N antes de que Paulina lo tirara de la camisa hacia la tienda.

—No seas un bebé, vamos.— Dijo Paulina.

T/N caminó al lado de Paulina mientras pasaban todo tipo de prendas de vestir. Desde trajes de baño de una pieza hasta bikinis de dos piezas y todo tipo de bragas y sujetadores. El rostro de T/N cambió a varios tonos de rojo mientras Paulina tomaba diferentes bikinis y piezas de ropa interior de diferentes colores. T/N continuó siguiendo a Paulina hasta que llegaron a los probadores y caminaron hasta encontrar uno vacío.

—Ok, quédate aquí y dime qué te parece.— Dijo Paulina.

—¿Qué? No, averígualo tú mismo, estaré afuera.— Respondió T/N.

One-Shots (Pau Villarreal)Where stories live. Discover now