XXVII

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 "La felicidad está en el presente, no esperes a que algo suceda para empezar a disfrutar de la vida".    -Elena Poe


ANTES QUE EMPIECEN A LEER ME GUSTARIA DECIR QUE ESTE CAPITULO INCLUYE UN TEMA BASTANTE FUERTE QUE QUIZAS EN ESTE TIPO DE HISTORIAS NO ES TAN TOCADO, Y ES POR ESO MISMO QUE QUIERO QUE SEPAN QUE LO INCLUYE ESTE CAPITULO ES NETAMENTE POR EL CONTEXTO DE LA HISTORIA Y POR SU DESARROLLO, NO QUIERO POR NADA DEL MUNDO QUE NINGUNO DE USTEDES SE SIENTA MAL O RECUERDE ALGO QUE NO QUIERE RECORDAR, -Mila


Unas horas más tarde de ese mismo día.

El sol seguía arriba en su punto más alto, dando ese delicioso sol a todos los habitantes de la ciudad, Kaori se encontraba llegando al hospital después de una hora fuera de este, donde aprovecho para poder bañarse y buscar nueva ropa para su hijo, hacia ya más de tres semanas y media que ella no dormía más de una hora cada día. se encontraba tomando una cantidad alta suplementos todo el tiempo para que su debil cuerpo el cual ya a este tiempo ya había perdido unos buenos kilos y su piel ya se encontraba perdiendo cada vez más su hermoso color blanco con tonalidades rosita, volviéndose ahora a un color pálido amarillo que es muy característico de la gente que se encontraba enferma.

Al entrar por las grandes puertas de cristal del hospital más grande de Los Ángeles, La pelinegra se topo con tu persona, te encontrabas tu en cambio inconsciente en una camilla siendo llevada y a la vez atendida por todo un equipo medico, los cuales corrían a la disposición de lo que necesitara tu cuerpo. Eso simplemente sorprendió a la pelinegra, literalmente todo el personal corría para poder ayudarte, para poder cumplir con tus necesidades mientras que solo unos metros más haya de donde ambas se encontraban, podías observar a la variedad de personas que se encontraban en la fila para ser atendidos con problemas mayores que un pequeño desmayo que era lo que todos decían de ti, la pelinegra suspiro entre sus cansadas respiraciones y se dispuso a subir las largas y extensas escaleras para poder subir a ver a su hijo sin tomar mucha atención a tu persona, eras rica, te salvarías.


En una habitación blanca, muy blanca. Algunos pisos más arriba.


Doctor: -¿Ryuu?...

Doctor: -¿Quieres que prenda las luces ya? Estuviste mucho tiempo a oscuras Ryuu creo que necesitas un poco de luz después de todo. No se que haría si el bello color pálido de tu piel desaparece. -decia mientras su mano se dirigía al interruptor de luz, el cual se encontraba a una altura que el pequeño no podría nunca alcanzar-

Doctor: -¿Ryuusuke? ¿Ya estas despierto pequeño?....Oh, mi pequeño.


El gran hombre de cabellos y ropa blanca entro a la gran habitación donde Ryuusuke se encontraba, Al entrar el hombre simplemente observo al pequeño en silencio, mirándolo con una gran admiración. El mismo hombre que momentos atrás había optado por ponerle una camisa de fuerza en el cuerpo para que este no hiciera nada malo contra el y para controlar los nuevos poderes o las nuevas cosas que seguían saliendo de su cuerpo sin control alguno, En su pequeña boca yacía un bozal, el mismo bozal que se usaba para los perros rabiosos, el cual cubría toda su boca y la mayor parte de sus orejas, en su pequeño y debil cuello había un collar de metal que monitoreaba cada acción y cada pequeño cambio en los signos vitales de Ryuu, al bajar un poco más abajo de su cuello podría observar como en sus pequeñitas manos, dios, El sin piedad alguna el se había encargado personalmente de arrancar cada uña de su manito, en su espalda, Sus alas en cambio las cuales ya habían crecido hasta el tamaño perfecto para su cuerpo, eran de un hermoso color rojo intenso que se movían dependiendo de lo que Ryuusuke sintiera.

𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐞𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐞𝐬𝐜𝐞𝐧𝐚𝐫𝐢𝐨𝐬..🎤 [𝐇𝐚𝐰𝐤𝐬 𝐲 𝐓𝐮]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora