¿Quién diría que casi veinticuatro horas después de haber tenido un sueño húmedo con Jimin, él iba a dormir en la misma cama en la que había soñado que sucedía?
Trataba de no pensar demasiado en ello. Sabía que recordarlo solo iba a despertar cosas que fingí que no tenían relevancia durante todo el día. Me había ido muy bien hasta ese momento, pero saber que Jimin estaría a tan solo una habitación de la mía, dormido con ropa que le presté, dejando su aroma en mis sábanas y con el cabello esparcido en mi almohada, no era exactamente una buena manera de olvidar mis deseos indecentes con él.
Por eso mismo, lo mejor era irnos a dormir cuanto antes. Yo estaría en una cama, él en otra, y de esa manera nadie estaría durmiendo junto a nadie. ¡Era el plan perfecto!
Pero justamente era, mas no lo fue, porque cuando quise entrar en la habitación de Seokjin para preparar la cama, me di con que el muy bastardo la había cerrado con llave antes de irse. Forcejeé, tironeé, incluso hice fuerza con el hombro e intenté usar un cuchillo para abrirla, pero nada funcionó.
Tragué saliva con pesadez y volví a paso lento a mi habitación.
La puerta estaba abierta y Jimin ya se estaba preparando para entrar en la cama. Mi ropa se le veía holgada, gigante, y quise morir de lo tierno que me parecía.
—¿Qué sucede? —preguntó.
Callado, caminé hasta el otro lado de mi cama y lo ayudé a abrir las sábanas. Lo tomé desprevenido cuando me escabullí dentro y me tapé el rostro hasta arriba con las mantas.
Estaba seguro de que estaba completamente rojo de la vergüenza, pero bajo ninguna circunstancia iba a dormir en el sillón. Ya lo había hecho una vez y había terminado con la espalda contracturada. ¡Debía cuidar mi salud!
—Lo siento —dije.
—¿Quieres dormir aquí?
Asentí.
—Lo entiendo, supongo que debes sentir que estoy invadiendo tu espacio —dijo—. Iré al sillón, ¿sí?
—¡No!
Destapé mi rostro y lo miré con resignación. Jimin ya tenía una almohada entre sus brazos, pero parecía sorprendido por mi exclamación. Por esa misma razón, la dejó nuevamente en su lugar y retrocedió.
—Puedo volver a mi casa, la lluvia parece estar cediendo. Solo te pido que me prestes un paraguas, por favor.
—¿Qué? —Fruncí el ceño y me reincorporé—. No, no voy a prestarte ningún paraguas.
—¿Sin... paraguas? —preguntó, y miró hacia la ventana con terror—. ¿Y un impermeable no?
Me erguí sobre mis rodillas y gateé hasta llegar a su lado.
—No voy a dejarte salir con esta lluvia, Jimin. Ya te lo dije, esta noche te quedarás conmigo.
—Ah, ¿a eso es a lo que te referías? —Parecía aliviado—. Creí que me estabas echando.
Puse los ojos en blanco y tiré de su brazo para acercarlo un poco.
—No, tonto. No dormirás en el sillón ni tampoco te irás de aquí. Créeme, hay cosas terribles, pero dormir en ese sillón... No se lo deseo ni a mi ex.
—Entonces debe ser muy terrible.
—Lo es. —Le sonreí y dejé una caricia en su muñeca. Intentaba tomar valor suficiente para preguntar, pero si me decía que no, entonces iba a dormir en ese sillón sin importar las consecuencias—. Jimin.
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Virtus 🛼 | Kookmin
FanfictionLas promesas de amor no sirven de nada si de por medio solo hay mentiras. Jungkook no puede volver a confiar, se ha aferrado a la traición y a la creencia de que es alguien que no puede amar ni ser amado. Sin embargo, en un día como cualquier otro...