En la Ciudad de la Furia (WonHui/GyuHao/SeokSoo)

𝟑𝟒. 𝐊𝐥𝐚𝐠𝐞𝐥𝐢𝐞𝐝𝐞𝐫 𝐈:𝟐𝟏

«Han oído que gimo, pero no hay quien me consuele. Todos mis enemigos han oído de mi mal, se regocijan de que Tú lo hayas hecho. ¡Oh, si Tú trajeras el día que has anunciado, para que sean ellos como yo!»

Lamentaciones 1:21

Todos se quedaron callados, sin saber qué decir ante las palabras crípticas que el ángel pronunció.

Jeonghan, sin embargo, fue el único en reaccionar, llevándose una mano al cabello oscuro con ojos grandes.

—¿El primero? ¿No querrás decir...?

—Die Widerstreitenden Kräfte —Junhui dijo, asintiendo, viendo al demonio con esos ojos perdidos, como si estuviera en alguna otra parte y ahí al mismo tiempo.

—¿Las Fuerzas Conflictivas? —tradujo Wonwoo para el resto que estaban igual de desconcertados que él—. ¿A qué se refieren con eso? —preguntó en nombre de los demás.

El serafín lo miró con las cejas bajas y Jeonghan se mantuvo sorprendido e incrédulo, pero ninguno de los dos decía nada.

Mingyu fue el primero en desesperarse. —¿Esto tiene que ver con Minghao y Joshua? ¿Les pasó algo? —preguntó por ellos, pues era el asunto que los había llevado ahí. No había noticias de ambos y tanto Junhui como Jeonghan estaban actuando extraño. Dentro de él, el cazador sabía que algo malo les había pasado, su instinto se lo decía.

El ángel soltó un suspiro y pareció salir de su trance por completo, llevándose una mano a la frente como si algo le costara mucho esfuerzo. Wonwoo se preocupó, pero Jun levantó la cabeza y puso un gesto serio.

—Taumiel ha despertado —respondió Junhui por fin—. Se tragó a Minghao y Joshua. Ellos ya no están en esta dimensión, fueron al Otro Lado.

—¿Qué? ¿Cómo es eso posible? ¿El Otro Lado? ¿Taumiel? —Mingyu no entendía nada, pero lo que decía Jun sonaba grave. Seokmin también se sintió consternado enseguida y Seungcheol se llevó las manos al cabello, desesperado por tampoco entender.

—La dimensión de los qliphoth: Sitra Ahra, donde las fuerzas del mal tienen su residencia. Ahí se los llevó. Taumiel es una entidad opuesta a Kether, el cual es la corona o la primera emanación del Árbol de la Vida. Taumiel es las fuerzas divisorias, la tensión entre dos polaridades opuestas. La división de la creación.

El único que podía entender algo de todas esas palabras era Wonwoo, pero incluso él estaba confundido. Había muchas cosas del velo de su realidad que eran desconocidas y complejas para simples humanos como ellos.

—No estoy entendiendo nada —habló Seokmin por fin, frustrado—. ¿Quién es realmente este Taumiel que se tragó...? Oh Dios, ¿se tragó a Joshua y Minghao? —dijo con gesto mortificado, cayendo en cuenta de lo que podía significar aquello.

—Okey, lo diré yo porque a los ángeles les encanta dar la información a su manera y los humanos tienen la mente tan pequeña que no los pueden entender —dijo Jeonghan con el ceño fruncido. Junhui no le recriminó nada, sólo se mantuvo en ese estado casi en medio de la catatonia y la consciencia. Parecía estar lidiando con algo aparte, pero nadie podía darse una idea de qué y Wonwoo no podía preguntarle qué era.

—Verán, la Creación está resguardada y contenida en dos fuerzas: las angelicales del Árbol de la Vida, el Sephiroth y las demoníacas del Árbol de la Muerte, el Qliphoth —dijo, poniendo sus dos manos al frente—. Una tiene las esferas o emanaciones y la otra tiene a sus opuestos, las cáscaras. Son como un espejo, o al menos cada qliphah es el reverso de cada sephirah. El bien y el mal —enfatizó eso de nuevo con sus manos—. Estos dos árboles se encuentran en dimensiones diferentes y el Qliphoth está en aquella que llamamos Sitra Ahra, el Otro Lado.