«Más bien, crezcan en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él sea la gloria ahora y para siempre! Amén»
2 Pedro 3:18
La mañana llegó. Mingyu despertó con un ángel entre sus brazos, uno de verdad. Minghao, a pesar de sólo necesitar cuatro horas de sueño, se quedó más tiempo con él y el hombre sonrió, sintiéndose pleno apenas despertar.
El ángel tenía los ojos cerrados y Mingyu supuso que había dormido más, pero Minghao abrió sus ojos cuando escuchó los pensamientos del moreno.
—Estaba rezando —dijo en respuesta y Mingyu le apartó el cabello color miel de su frente con cariño, admirando su hermoso rostro.
—¿Ah sí? Hey, querías ir a la iglesia conmigo, ¿no? Vamos a desayunar y arreglarnos para alcanzar la misa del mediodía.
Minghao sonrió. —Te acordaste —dijo, y Mingyu asintió, viendo esos ojos castaños que eran su adoración.
Después de mirarse unos momentos, se separaron para levantarse de la cama. Mingyu tomó ropa del armario, para Minghao y para él, con la intención de meterse a bañar.
Salieron de su cuarto y no vio señal de nadie, seguramente Wonwoo estaba durmiendo aún y Junhui había salido, aunque el ángel de su hermano se encontraba con el cazador en esos momentos, en su cuarto también.
—Cuando salga de bañarme te preparo un cereal —dijo, abriendo la puerta del baño y viendo sobre su hombro a Minghao que ya iba a la sala.
El serafín asintió y Mingyu sonrió. Las cosas habían cambiado entre ellos, ya no eran sólo ángel y humano, eran algo más.
Eran pareja.
Mingyu entró el baño y cerró la puerta, Minghao tenía que cambiarse también, así que decidió hacerlo (en medio del pasillo) y luego fue a encender la tele para ver Los Muppets.
Sabía que Jun estaba despierto, pero igual que él no se había separado de Wonwoo. En especial él, que tenía que estar más al pendiente del cazador azabache. Ellos tenían la responsabilidad de guiarlos, pero para el otro serafín no era fácil, pues su humano era mitad demonio, hijo de Beelzebub.
Después de unos minutos, Mingyu salió de la ducha, caminando por el pasillo para ir a la sala y dirigirse a la cocina, con una toalla en su cuello y el cabello húmedo.
Miró a Minghao que estaba con los pies sobre el sillón y se veía muy pequeño y adorable viendo la televisión, con su peluche de Kermit entre las manos.
Mingyu entró en la cocina para hacer el cereal del ángel y también comenzar a prepararse un desayuno completo porque él sí necesitaba comer.
De repente le lanzaba miradas a Minghao, porque no podía ignorar su presencia. Se sentía muy enamorado del ángel y había muchas cosas que no podía evitar. A veces se le olvidaba que podía leer sus pensamientos, así que pensaba todo libremente y el serafín pretendía no escucharlos, porque todos eran relacionados a él.
—Hao, ya está tu cereal —llamó al ángel que lo miró y luego se levantó del sillón para ir a sentarse en la barra de la cocina.
—Gracias —dijo, comenzando a comer.
Mingyu se quedó mirándolo con una sonrisa.
"Es tan bonito, bendito sea el día en que lo conocí"
El ángel siguió comiendo, pero levantó su mirada y sonrió también.
—¿Sabes que puedo escuchar tus pensamientos, verdad?
ESTÁS LEYENDO
En la Ciudad de la Furia (WonHui/GyuHao/SeokSoo)
Fanfiction❝ el mundo que los humanos ven es la parte iluminada por la vela, pero en su misma composición, una sombra se proyecta en una forma oscilante que nadie puede ver. sólo los ojos de Dios, con sus pupilas acostumbradas a la oscuridad, pero sin ser enc...