❄️El rey quiere un principe ❄️[TERMINADA][corregido]

- Trono -

Simon se cubría la boca con las manos; no podía reírse, no debía reírse, pero no podía aguantar la risa. Fionna y Cake no dejaban de hacer caras y cosas graciosas mientras él estaba sobre un podio siendo medido por bolitas de nieve.

No se mueva, señor Simon - le pidió una pequeña bolita. Simon tomó oxígeno y cerró sus ojos. ¿Por qué sus hermanas insistían en hacerlo reír justo en este momento de su vida?

Vamos, tiene que estar feliz en este momento de su vida - Fionna le sonrió a Simon, que miró a otro lado para no reírse.

Es uno de los mejores días de tu vida - Cake coincidió con la chica.

Sí - concedió una bolita vieja. Simon y las chicas la miraron. - Pero pueden hacerlo después de las mediciones. Estamos haciendo el trono a la medida del señorito consorte. Es el trono que usará por el resto de su vida. Necesitamos que sea cómodo, hermoso y perfecto. - Simon asintió y aceptó. Se quedó completamente quieto para que ella pudiera terminar de medir su cuerpo. Cuando terminó, fue libre y pudo salir con las dos heroínas.

¿Entonces, cómo está nuestro sobrinito? - Cake ronroneó mientras salían de la tienda.

Bueno, el doctor oso polar dice que todo está correcto. El bebé nacerá sano y calvo si me cuido - Simon sostuvo su estómago con una sonrisa.

¿Y cómo está Invernal sin el... amor? - Fionna se sonrojó ante su propia pregunta.

En abstinencia - Simon sonrió.

Pobre hombre - Cake se rió.

¿Y tú no? - Fionna se rió.

No, se me apaga todo cuando pienso que mi bebé está aquí - Simon se rió.

Pensamiento natural, claro que sí - Cake ayudó a un copito de nieve a subir una escalera.

¿Y cómo van las niñas? - Fionna sonrió mientras entraban en la zona de comercio.

Bueno, Marceline está como siempre, Mely y Doty están en la escuela. Invernal insistió en meterlas a la academia de esgrima y espadas, para que puedan defenderse porque se supone que las princesas deben saber defenderse a sí mismas de cualquier supuesto peligro - Simon suspiró mirando al cielo.

Y supongo que a mamá gallina no le gusta para nada esto - Fionna sonrió mientras miraba a Simon girar los ojos. ¿A qué clase de padre le gustaría que sus hijas estén practicando con espadas por un montón de paranoia?

Vamos, está bien. Será divertido y esperemos que nunca tengan que aprender a usarlo. Pero dime que no sería útil si a alguna de ellas le pasara algo y supieran cómo defenderse en cualquier momento - Cake argumentó mientras Simon lo pensaba un poco. La gata tenía un poco de razón.

Bueno, de cualquier forma será mejor que regresemos al palacio porque Invernal se pone como loco si no llego antes de que oscurezca - Simon caminó adelante con una sonrisa, mientras Fionna y Cake asentían siguiéndolo con una sonrisa, escoltando a su amigo, para que nada le pudiera suceder. Si algo le llegara a pasar a Simon cuando ellas estaban aquí, jamás se lo perdonarían en todas sus vidas.

¿No será pronto el baile royal? ¿Crees que le guste al príncipe Flama? - Fionna miró al piso un poco avergonzada. No quería quedar en vergüenza con su alma gemela por pertenecer a otro reino.

Pero claro que le vas a gustar, nena, eres muy linda - Cake consoló a su hermana.

Por supuesto que sí, sería un real idiota si no se fijara en la bella y hermosa personalidad que tienes. Además, si te llega a hacer cualquier cosa, ten por seguro que le pediré a Invernal que acabe con sus miserables llamas hasta que no quede nada más que ceniza, lo metamos en un frasco y lo pongamos como una advertencia en el palacio - Simon dijo todo esto con una hermosa sonrisa dulce en su rostro, pero Fionna y Cake sintieron que les recorrió un escalofrío por la espalda. Sin embargo, Fionna fue la primera en soltar un suspiro de alivio al recordar que esas amenazas eran para defenderla a ella y no para lastimar de ninguna manera.

Bueno, te dejamos aquí. Tenemos que ir a ayudar a un tal Tronquitos o no sé qué con unas manzanas de hielo - Cake ronroneó mientras cambiaba de dirección junto con Fionna, dejando a Simon en la entrada del castillo. El castaño caminó hacia adentro con una sonrisa calmada.

¿Estás de regreso? - La voz de Invernal lo trajo de regreso a la realidad cuando sintió un par de brazos rodear su cintura.

Sí, ya estoy en casa - Simon sonrió mientras depositaba un beso en la mejilla del rey.

¿Cómo te fue con las medidas para tu trono? - Invernal sonrió poniéndose cara a cara frente a Simon, con una gran sonrisa.

Fabuloso, voy a presentarme como tu pareja. No podría estar más feliz - Simon se rió.

¿Como mi pareja? No, no, no - La sonrisa de Simon decayó.

¿No somos pareja? Quiero decir, esto ha sido un poco confuso, pero de igual manera pensé que nosotros... - Simon parecía a punto de llorar.

No me refería a eso. Me refiero a que serás presentado como la futura reina, o consorte como prefieras - Simon se sonrió.

Está bien, reina suena bien, pero que no se te olvide que soy un chico - Simon rió.

¿Podían haber momentos más felices que estos?