6

29 3 0
                                    

Harry 🍂

Odiaba la manera en que tuvo que aceptar el compromiso, lo hizo bajo presión y eso no me gustaba para nada. No mentí cuando dije que necesitaba una prometida, mi padre no deja de preguntar cómo iban las cosas y cuando la traería casa, si tan solo supiera, pensé.

El Jet estaba apunto de aterrizar y mire a Katara un momento, estaba disfrutando cada instante de su cercanía, su aroma ya no era el mismo antes olía a flores y fresa, ahora huele a lavanda y menta, su rostro no era el mismo de antes ya no se veía tranquila y feliz si no se veía tensa, aún dormida, quise por un momento tener un poder, el poder de leer la mente y la única que me interesaría leer seria la de ella. Su cabello antes castaño ahora era negro azulado, corto y ahora llevaba un flequillo muy disimulado.

Quise saber de nuevo que era lo que la tenía así, que era eso que ella alejaba que jamás podría cambiar, mis ojos se cristalizan al recordar el vacío que sentí cuando llegue a su graduación hacia unos años, recuerdo averla visto ahí, lucía tan preciosa, su sonrisa era la más hermosa, lucía un perfecto vestido de color rosa, su cabello ya era de color negro, lo único que odie ese día, fue ver a Ax de su mano, ver qué mi lugar ya lo ocupaba alguien más, ese día ahí frente a todos la observé en silencio recordándome que si la amaba entonces la dejaría ser feliz aún cuando no fuera conmigo. Su sonrisa fué lo que más me dolió por qué ella era tan feliz que dolía, por qué sabía que yo jamás la haría así de feliz. Así que una vez que terminó la ceremonia tome los trozos de mi corazón del suelo y salí de ahí deseándoles lo mejor del mundo por qué ella se lo merecía, mi Katara se lo merecía.

Limpie mis lágrimas rápidamente cuando Katara se removía, se sentó tallando sus ojos y apenas notaba que ya aviamos aterrizado.

— Señor, no quisiera interrumpir pero ya hemos llegado. — haciendo y se va.

— Harry..— la voz de Katara suena tan lejana, mi mente aún está en el momento hace tres años en qué le escribí una carta despidiéndome de ella, pero solo unos años más tarde regreso a mi vida. — ¡¡Harry!!

Agita mi rostro varias veces y la veo por fin.

— Oh, Harry — me atrae a sus brazos, dándome un abrazo que he necesitado durante tanto tiempo.

Quería creer que me abrazaba por qué tal vez, solo tal vez muy en el fondo de su corazón queda aún un poco de amor para mi, pero torci la boca en una sonrisa agria al saber que eso no era así, y que ella solo acepto el matrimonio por su madre.

— Te necesito..— mi voz se rompe y mis labios tiemblan, se que hice algo lo cuál aún no se que fue, pero la lastimo muchísimo, pero el tenerla cerca y no poder estar con ella me dolía muchísimo a mi.

— Aquí estoy, tranquilo. — dijo y por un instante sonreí, sonreí al sentirme tan cerca de la felicidad que me avía dejado hace años atrás.

Ambos bajamos minutos más tarde de el jet, ya nos avían informado que su madre ya estaba siendo operada y ella no paraba de agradecerme.Llegamos al mejor hospital del estado y ella se olvidó completamente de mi dirijeiendose a su padre, no ví a sus hermanos por ningún lado y se que son unos malagradecidos. Salí del hospital un momento, me sentía nervioso necesitaba fumar, de pronto un sonido me hizo fruncir el ceño era una canción de ¿Lana del rey? Bueno eso no importa, recordé que estaba cuidando el bolso de Katara así que saque el teléfono dudando si contestar o no, al ver el nombre en la pantalla negué, era Ax, no me correspondía a mi contestar. Volví a guardar el teléfono en su bolso y terminé mi cigarrillo en completa soledad como era costumbre en mi vida. De pronto sentí unos brazos en mi espalda, alguien me abraza por la espalda y suspire al oler el perfume de Katara.

Un te amo con olor a lavanda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora