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Katara 🌪

Lo que podía salir mal ya salio mal, así que lo demás ya daba igual o eso creí. Por la mañana no me sentí mejor, ni a medio día, ni por la noche ni en los siguientes días. Nada mejoraba, los medios me comían viva y los Harpers no paraban de fanfarronear con que yo era la mejor nuera. Valla mentira y farsa, me sentía patética por permitirme ser parte de este circo y más aún cuando tenía que hacerlo más grande. Volver a casa de mis padres dejó de causarme alegría desde que vine por última vez con Ax, ahora ya no me emocionaba en lo absoluto.

— ¿Cómo te sientes? — la voz de Harry quien conduce hacia la casa de mis padres, me habla y no sabe cuanto odio me causa escucharlo.

Cada vez que Harry habría la boca para preguntarme como me sentía o para decirme cuanto me quería me entraban unas incontrolables ganas de golpearlo por que eso no tenia sentido. Alguien a quien amas no lo atas con cadenas, no lo obligas, no lo haces sufrir ni si quiera le mientes y el hacia todo eso y más.

— ¿Por qué finges que te importo? — le pregunté mientras miraba la carretera.

— No finjo nada, te amo y me importas — reí sin gracias por las estupideces que decía.

Harry suspiro cansado de la situación supongo, pero no había nadie más cansado de todo esto que yo. Gire el rostro hacia la ventana con la intención de no volverlo a escucharlo pero como creí volvió a hablarme.

— Esto no va a funcionar, pero por que tu no dejas que funcione...

— ¡¿Tu no entiendes verdad..?! — no me dejó terminar por que giro el volante de manera brusca sacándolonos de la carretera y frenando en seco.

— ¡La que no entiende aquí eres tú! — su grito me hizo sentir pequeña por un momento — Katara despierta, deja de culparme. En esto estamos los dos nos guste o no y solo tenemos dos opciones o nos quejamos y lo hacemos cansado o nos adaptamos.

Harry se veia realmente molesto pero lejos de ver eso, me fije en su rostro cansado lleno de ojeras y ojos tristes. Hasta ahora avía comenzado a mirara su cansancio. Y aún que doliera él tenía razón me estaba comportando cómo una niña malcriada, solo pensado en mí. 

Suspire y me obligue a tragarme mi orgullo, me pase las manos por la cara y tome valor.

— Lo siento..— susurré apenas encontré mi voz.

Escuche el suspiro cansado de Harry,  yo seguía con el rostro cubierto por mis manos tratando de no verlo, pero entonces sentí tu tacto tomando una de mis manos obligándome a quitarlas de rostro.

— Yo lo siento mucho más cariño. — No, ese apodo no.

Me alejé de su tacto y salí del coche tratando de calmarme, tenia que avanzar justo como Ax lo hacia. Siento los pasos de Harry a mi espalda pero hablo antes de que me llegue a tocar.

— No te me hacerques.. — sentí como freno sus pasos pero después suspiro pasándose las manos por el rostro.

— No avanzamos, esto — nos señala a ambos con una seña — tiene que funcionar con confianza con jodidas palabras y tú no pones de tu parte..

— No me llames cariño, Ax solía hacerlo y no creo que te guste recordarmelo. — Harry apretó la mandíbula molesto por mi osadía pero no me importo, aún que lo intentará no podía hablar con Harry sin soltar veneno.

A pasos lentos se hacerca a mi y toma mi rostro entre sus manos y antes de que reaccione me planta un beso que me deja quieta, no reacciono al instante pero cuando sus manos bajan a mis caderas me hacen reaccionar apartandome y ni si quiera se por que espere tanto para apartarme. Confundida por la situación solo huyo al coche y no vuelvo a abrir la boca hasta que estamos en la puerta de la casa de mis padre pero un cabello castaño largo me hace sonreir con nostalgia cosa que no hacía desde hace años, esto me genera mil emociones encontradas y una felicidad infinita.

Un te amo con olor a lavanda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora