Un te amo con olor a lavanda.

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Katara 🌪

El dolor de la pérdida es semejante al del desmembramiento en total conciencia, es un dolor que quema y destruye, es saber lo que ocurre pero aun asi no aceptarlo, el tener a Aurora entre mis brazos y ver cómo sus ojos se cerraron me desgarraba el alma y me destrozaba, el dolor en el tórax es sofocante siento un vacío en el como si me hubiesen arrancado el corazón del pecho y hubiese queda un vacío en el.

La culpa llegaba y mil preguntas me hacia mi mente.

¿Cuánto tiempo perdí? ¿Cuántos cumpleaños desperdicie?¿Cuantas anécdotas?¿cuantas fiestas?¿cuántos te quiero deje escapar?

El llanto me ahoga y es lo que más deseo en este momento, no pude salvarla, no fui su ángel. La Abrazo atrayéndola a mi pecho con la diferencia de que mi corazón se escucha desbocado y el de ella ya no late, su vestido está empapado de sangre y el mío igual, el olor metálico inunda el lugar pero no me importa, grito tratando de que alguien venga, que alguien nos ayude, pero cada vez que grito solo se hace un eco sordo el cúal se pierde entre los pasillos. Ya no intento ponerme de pie por que ya no quiero, lo único que quiero es que ella regrese, quiero que me termine de contar sus secretos, quiero que me diga lo mucho que me quiere o que me odia, quiero verla vestida de blanco caminando al altar, quiero ver su barriga de embarazada y quiero que ella me vea a mí, pero esto ya no se puede por que no he podido salvarla, los deseos de recuperarla se pierden en mis lagrimas y en su cuerpo frio.

Me han roto una vez más y ya no creo soportarlo, ya no quiero sentir este dolor tan agonizante que es de la perdida.

Unos pasos resuenan por el lugar y yo solo escondo mi rostro en su cuello tratando de que ella me lleve a su lado y no me deje de nuevo sola, no te vallas mi ángel, no lo hagas por favor, no soy tan fuerte para verte partir.

— ¿Katara? — la voz de Harry llega a mis oídos y una idea cruza por mi mente armando el rompecabezas.

Con todo el dolor que siento y la rabia que me inunda le grito.

— ¡Tu! — le digo sin siquiera mirarlo, los sollozos hacen que mi voz sea apenas audible, pero el dolor me impulsa a gritarle.

— Katara, cariño quién es..

— ¡Tu tuviste la maldita culpa! — lo odio, lo odio — ¿No es así? — le gritó alzando el rostro dejándole ver a quien me quitaron y por quién van a pagar.

La muerte de mi hermana no va a quedar en el aire, eso lo juro, yo misma me encargaré de destruir a quien se atrevió a tocarla.

— Katara, no se de que estas hablando..— se ve tan sorprendido, pero no me importa sé que él tuvo algo que ver, lo sé.

— ¿No? ¿Quién es el que tiene problemas? ¿Quién es el que casi lo asesinan? — mis gritos y la imagen que ofrecemos mi hermana y yo son el detonador de sus lágrimas — Te odio, te odio y jamás debí cambiar eso.

— ¡Katara! — la voz de Athena llega a mis oídos y en este momento odio a todos por no poder llegar a tiempo, odio a todos por no ayudarme.

— ¡Largo! — les grito y abrazo con más fuerza a mi hermana — Todo estará bien angel, tranquila.

Acaricio su cabeza y dejo un beso en su frente pero el dolor no disminuye en ningún momento, el llanto vuelve a llegar y un pinchazo en mi brazo me hace alzar la cabeza.

— Lo lamento amor, pero no planeó perderte — esas palabras de un no muy claro Harry fue lo último que escuché antes de desvanecerme.

🌪🖤

Las luces me hacen doler los ojos cuando trato de abrirlos.¿En donde estoy?. Mi mente rebobina lo que acaba de suceder y no sé que voy a hacer, no sé cómo seguiré con mi vida, o como se lo contaré a mis padres o a Lucas. Trato de ponerme de pie pero mi cuerpo no se mueve, trato de acariciar lo que me mantiene atada a lo que parece ser una cama y no me permite moverme.

— Lo mejor es dejarla aquí, asistir solo la alteraría más.— La voz que pareciera es del Doctor me hace obligarme a abrir los ojos. — Además los sedantes la mantiene mejor

— Quiero irme..— me cuesta encontrar mi voz en medio de tanto dolor, la garganta me duele horrores.

— Señorita es mejor que siga aquí, estos dos días le han sentado muy bien y..

¿Acaso dijo dos días? No, no, no.

— ¿Dos días? — debió de aver visto la angustia en mi mirada por que rápidamente se acerco al monitor y miro mis signos.

— Si, ese es el número de días que usted lleva aquí. — contesta mientras sigue checando el monitor donde muestras mis signos vitales.

No puede ser, eso quiere decir que mis padres y Lucas ya saben y que a Aurora ya la ..

— Ya la ..— la voz para preguntar no me sale pero agradezco que el doctor me entienda.

— Señorita..

Mis ojos vuelven a derramar lágrimas sin poder evitarlo, trato de levantarme pero Harry toma mis manos deteniéndose en el intento, no lo había visto hasta ahora. Y sus manos me queman.

— Suéltame — mi voz sale en una orden llena de rabia.

— Por favor Katara..

— Quiero ver a mis padres y a mi hermano. — me zafó de su agarre sentándome en la cama con ayuda del médico quien me quita las tiras que me tenían atada.

— Lamento eso amor, pero..

— ¿Pero qué?

— Dudo que sea el mejor momento.

— No te lo pregunto, quiero verlos y eso haré. — Lo duda por un momento pero terminó ayudándome a salir de la camilla.

Llevo algunos raspones pero nada más, el médico entra y me dice que mi padre no se ha movido de mi puerta y eso me estruja el corazón. Me ducho y me pongo la ropa que mi padre trajo para mí, miro mi reflejo y odio verme en él. Salgo y veo a mi padre sentado en las sillas de la derecha con la cabeza gacha y vestido totalmente de negro.

— Papá.. — la voz se me rompe, y él enseguida se pone de pie al escucharme.

Podré estar rota como nunca pero un abrazo de mi padre hace que todas mis piezas se unan. Su abrazo me hace sentir segura y cura una parte de mi roto corazón.

— Mi niña.. — No necesitábamos palabras pues el llanto nos inundó y ambos no pudimos hablar entendiendo el dolor de el otro.

Por que si alguien me conocía ese era mi padre, el me conocía mejor que yo misma y esa fue una de las razones por las que lo evite durante años fue por que sabia perfectamente que si el me miraba a los ojos mis barreras se caerían y terminaria totalmente expuesta.