Katara🌪️
Habían pasado algunos días desde que visité a mis padres. Ahora me he mudado al departamento de Ax, después de que me instinto durante horas ya que temía que me fuera y lo dejara, lo cuál jamás haré. Aún recuerdo ver sus ojos tristes y angustiados con el miedo a mi abandono.
Son las ocho y cinco de la mañana, Ax se había marchado muy temprano comentó que tenía cosas que arreglar en su empresa, ayer ví a Athena y sus palabras aún rondaban mi mente.
— ¿Estás segura de que amas a Ax?
Ella nunca antes había dudado de mi amor por él, ¿Por qué lo hacía ahora?
Unos ligeros toques en la puerta me hicieron dejar mi desayuno el cuál me avia esmerado en hacer, aprendia a cocinar más cosas ya que a Ax le encanta comer tanto como a mí por lo cuál tiene lógica, ya que su familia tiene varios restaurantes. Busco la puerta a regadientes, Ax dijo que alguien vendría a entregar un paquete así que supongo que eso será. Tan pronto como abrí la puerta alguien se me vino encima tumbando mi cuerpo al suelo. No veo nada, solo a alguien vestido completamente de negro, lucho pero es inútil, No otra vez, no por favor. Sus manos van a mi boca y la cubren con un trapo húmedo, mis miedos se activan, me desespero pero terminó perdiendo la batalla.
🌪️
¿Cuánto tiempo ha pasado?
No lo sé, pero los recuerdos vuelven y soy cuidadosa, no habro los ojos sino que sigo fingiendo mi sueño, mientras me concentro en lo que me rodea, el aire es fresco, el lugar debajo de mi es como mi cama y los sonidos no llegan..
— Sé que estás despierta — la voz de Harry me sobresalta haciendo qué toda la valentía que había en mi regreso.
Habro los ojos de manera brusca, estoy cansada de todo esto y estoy dispuesta a terminar con todo esto de una buena vez. Estoy lista para enfrentarlo, pero me sorprendo al ver su rostro con algunos moretones y su labio roto.
— ¿Cuando me dejaras en paz? — le pregunto ignorando su aspecto, recuerdo que Sandra dijo que era un peleador de peleas clandestinas así que supongo que su aspecto es por eso.
— ¿Cuándo me dirás la verdad? — su respuesta no me gusta así que tuerso la boca.
— Nunca — respondo lo obvio. Se lo he dejado claro durante los últimos meses pero parece que no me escucha.
— Ahí tienes mi respuesta — me siento sobre la cama y veo mi pierna derecha atada por una cadena, como si de un animal se tratase y aún así ni si quiera a los animales ahí que amarrar ya que son seres con sentimientos también.
Con la poco cordura que me queda lo asesino con la mirada por qué Harry no conoce sus límites pero está a punto de conocer los mios.
— ¿Enserio? — señalo mi pierna con una sonrisa agria.
— Katara por favor...
No lo dejo terminar por que mi rabia es más.
— Ya basta Harry, suéltame y déjame en paz. Por una vez en tu vida hazme un bien. — le digo apuntandole con un dedo.
Me cubro el rostro tratando de tranquilizarme. No sé si llora, por qué no veo su rostro, tan solo escucho algo similar como sollozos.
No me va a conmover.
— Sabes, nunca me preguntaste por qué me aleje..
Sus palabras me resultaban molestas y si continuamos se que terminaríamos hiriendonos.
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Un te amo con olor a lavanda.
RomansaUn te amo.. Olor a lavanda, en aquella chica de ojos color plata.. Un secreto que atormenta la calma del gran Harry Harper.. Unos ojos cambiantes... Una infancia unida y un presente roto.. Katara es sinónimo de desastre. Harry es sinónimo de estabil...