Un te amo con olor a lavanda.

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Harry 🍁

Soy un maldito estúpido por confiar en Sandra otra vez, me ha dejado un desatre por todos lados. Trato por todos los medios borrar las fotografias que publico comprometiendo a Katara, no tengi duda de que me odiara. Mis alternativas se terminaron y la prensa no me suelta.

Necesito descansar

Los toques de la puerta me hacen frotarme la frente, el trabajo me sobreavunda y no puedo con tanto. Antes de que pueda dar el pase entra Katara como el mismisimo diablo llendose contra mí, sus golpes eran fuertes y llenos de enojo y podia entenderla por que la estaba comprometiendo si o si y eso era injusto. Verla así me dolía por que sabia que yo era el causante de su angustia.

— ¡¡Eres un maldito injusto!! — sus palabras dolían más que sus golpes y no menti las manos por que sabia que merecia todo lo que ella necesitara para desahogarse, si no podía solucionar el problema al menos la dejaría desahogarse con lo que ella crea conveniente. — No te cansas de joderme la vida, una tras otra, tras otra vez..

Su llanto la hacia detenerse entre palabras por que el aire no llegaba a sus pulmones y yo queria que me enterraran vivo. Los golpes seguían pero le tome las manos cuando vi que quería desfallecer. Su aspecto era tan deplorable como el mío en este momento, tenia unas ojeras pronunciadas, los labios resecos y el cabello rebuelto dejando de lado que hoy no lucia ropa formal sino un juego de pans y sudadera de color negro a juego con unos lentes oscuros sobre su cabeza.

— Katara tranquilizate..— pedí tratando de calmar la situación la cuál sabia que no se podia.

— ¡¿Qué me tranquilize?! — se solto de mi agarre alejándose de mí, jalando su pelo en claro acto de desesperación. — No sabes como me has jodido la vida.. no tienes una idea.

Su voz reflejaba todo el odio que me tenía y tuve que dejar de mirarla por que sus ojos me mataban.

Yo simpre e amado a Katara pero nunca supe cómo hacerlo, mi amor siempre estuvo pero nunca supe como dárselo de una manera correcta. Después de nuestra primera noche no supe que hacer, los problemas con mi hermano me absorbían haciéndome desaparecer por días, pero esa vez no fueron días sino tres meses aún recuerdo un poco de esos días, mayormente en el bar bebiendo tratando de olvidarme de los problemas pero esa vez cuando regrese, Katara no estaba por ningún lado, no me contestaba las llamadas ni los mensajes, no tenía ninguna red social y avía dejado de visitar a sus padres, la busque durante cuatro años y la encontré, el día de su graduación pero entonces la vi con Ax y quise hacerme a un lado pero no pude, por ello le ofrecí trabajo pero me equivoque al pensar que ella me quería en su vida pues desde el primer día ella me trató como un desconocido y eso me mató por ello lo dejé.

— Katara yo no fui quien hizo esto..— trate de decirle pero solo conseguí su burla.

— ¿Crees que soy estupida? — grita de nuevo llena de rabia y doy gracias que mi oficina sea insonorizada, si no toda la empresa estuviera aquí junto con la prensa. — Se que fuiste tú, has mandado toda mi vida al caño por tu necedad eso es lo que has hecho.

Se aproxima a mi y veo como toma un florero lanzándolo hacia mí dirección y soy ágil al momento de esquivarlo viendo como se rompe en el suelo.

— No dejare que nos casemos.. — le hago saber pero ello me ve con más furia, es como si mis palabras solo avivaran su molestia.

— No es tan fácil, por que sí no lo hago me desprestigiaran. Mi carrera de años se va a ir a la basura por tú culpa — su dedo me señala haciéndome sentir aún más culpable de lo que ya me sentía — Por qué él gran señor empresas no sufrirá nada, pero yo una simple contadora la cuál estaba en su punto más alto..