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Semanas después.

Katara 🌪

Los días pasaban rápido trabajando en la empresa de Ax, estuve conviviendo más con su familia y él ahora convivirá con la mía. Nos encontramos de camino a casa de mis padres, y si soy sincera no me emociona en lo más mínimo y no me malentendan yo amo a Ax pero mi familia suele arruinar lo que yo más quiero. Aún tengo recuerdos los cuáles quiero borrar, y cosas por arreglar por ejemplo confirmar el "divorcio" entre Harry y yo.

Llegamos a la casa amarilla que pertenece a mis padres y Ax toma mi mano tratando de calmarme. Por qué no he dejado de estar tensa desde que amaneció.

— Está bien, cariño. Tú puedes. — Ax sabe completamente todo de mí, así que sabe que decirme exactamente en cada momento pues conoce todo de mi y eso es tan gratificante.

— Tengo miedo — confieso avergonzada en un susurro.

Desvío la mirada por qué nunca e admitido mi miedo en voz alta, nunca.

— ¿A qué? — pregunta sin mirarme enfocándose en los rosales de mi madre.

— A que también te alejen de mí, a qué no pueda volver a ser feliz..

Mi mente quiere tirar de las cuerdas y volver a ponerme como un titere, siento que me falta el aire pero Ax me gira dejándome frente a él si escape de su mirada.

— Bonita, ya pasó. Y nadie me alejara de ti amor. — acaricia mi mejilla y por inercia cierro los ojos, su tacto es como un aire de tranquilidad — todo estará bien y para cuando regresemos a casa estarás muy feliz.

— Gracias — le agradezco por qué tengo la seguridad de que así será, el nunca miente.

Ambos salimos del coche y él enseguida envuelve mi mano con la suya, así ambos caminamos hacia la entrada. Siempre que me preguntaban por mi "casa", mi "mi hogar" siempre daba la dirección de esta casa, pero ahora frente a esta casa desgastada de color amarillo me empecé a preguntar si esto realmente era mi casa o mi hogar y la respuesta me mató por que sabía que no era así, de hecho nunca lo fue o al menos nunca me sentí como si lo fuese.

— Buenas tardes — saluda Ax y mis padres enseguida bajan la vista a nuestras manos. Mi madre tuvo una pronta recuperación gracias a los carísimos tratamientos que recibió.

Haci que ahora esta lista para preguntar por todo.

— Hola mamá, papá — les hablo y enseguida su vista se fija solamente en mí.

— Hola y buenas tardes — saludan a Ax sonrientes y me abrazan.

Todos pasamos al jardín, en el que pasamos un largo rato conversando de Ax y yo, mentiría si les dijera que me sentía incómoda, todo con Ax era más fácil y eso confirmaba mis sentimientos hacia él.

Todos reíamos de las bromas de Ax cuando de pronto mis padres dejaron de reírse lo cuál me puso alerta y antes de poder girarme aver lo que ellos veían sin pestañear una voz rompió el silencio.

— Buenas tardes, familia — la voz de mi hermano me deja estática. Hace tanto tiempo que no lo veo que me aterra girarme.

— ¡Tita! — La voz chillona de mi sobrina llega a mis oídos y me giro.

La vida algunas veces te regresas a lugares para saber si ya lo has superado o si realmente has aprendido de ello.

Y a mi realmente me dolía esto aún.

— Sofía — digo, después de agacharme para poder tomarla en brazos. Esta criatura sí que se alimenta bien.

— ¡Tita! — me abraza y me siento tan feliz — te extrañamos Tita.

Un te amo con olor a lavanda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora