𝑴𝒚 𝑴𝒐𝒐𝒏 | Hyunlix

Capítulo 41: Es tu deber.

Abrazándose a si misma Wonyoung se encontraba repitiendo en su cabeza una y otra vez aquella conversación que había tenido con su madre. No podía y no quería hacerlo, pero si no lo hacía Jeongin...

Suspirando en ese momento la menor escuchó el timbre de la casa, levantandose del sofá se acercó a la puerta, cuando vio quienes eran su angustia aumento.

Al abrir la puerta ambas mujeres la miraron, sonriendo, la pelinegra puso la mejor sonrisa que tenía  y dejándolas pasar inevitablemente empezó a dejar pequeños pellizcos discretamente en su brazo.

— Disculpa el venir sin avisar, queriamos saber cómo estaban — En ese momento las tres escucharon pasos acercarse, pocos segundos después Jeongin se encontraba mirando las.

— Buenas tardes — Sonriendoles se acercó a su hermana.

— Buenas tardes Jeongin ¿Cómo se encuentran? — Ambos Yang bajaron la mirada a las bolsas que Eunbi llevaba — Oh! Trajimos comida, pensamos que sería bueno comer juntos, espero que no les moleste

Ambos se miraron, sonrprendidos, desde que su mamá despareció su padre también lo había hecho, desde entonces ninguno había pisado el comedor, habían empezado a pedir comida a domicilio y cada quien comía en su habitación, no sabían cómo hablar con el otro, jamás habían sido tan cercanos en realidad, aunque eso no quiere decir que no se quieran, se aman, pero con una madre como la que tienen siempre fue difícil para ellos.

— Estamos bien, gracias por preocuparse por nosotros... — Acercándose a ellas Jeongin tomo las bolsas — Déjenme ayudarles — Y volviendo a sonreirles los cuatro caminaron a la cocina.

— ¿Cómo se encuentran ustedes? Jeongin me contó sobre las cartas de Felix — En cuanto pisaron la cocina Wonyoung fue la primera en hablar.

— Bastante bien, ahora que sabemos que almenos está bien, creo que todos estamos un poco más tranquilos — Sacando la comida de aquellas bolsas Mi-Suk respondio.

En cuanto ambos hermanos vieron lo que se encontraba en las cajas sus ojos brillaron, era pollo frito, jamás habían podido comer ese tipo de cosas, nisiquiera ahora que ella no se encontraba, sentían que si incluso  lo llegaban a pensar serían reprendidos, ese tipos de comida siempre estuvo prohibida para ellos.

Y si, Jeongin había salido muchas veces con los chicos pero jamás se había dado la oportunidad de comer pollo fríto.

— ¿Niños? — Preocupada Eunbi se acercó a ellos, pequeñas lágrimas empezaban a bajar por las mejillas de ambos.

— ¿Pasa algo? — En cuanto Mi-Suk los vio así instantáneamente tambien se acercó — Tranquilos, no les voy a pedir que dejen de llorar, siempre he pensado que llorar es como un curita para el corazón, deja salir todas esas emociones tanto negativas como postivas, vengan denme un abrazo — Sonriendo la rubia envolvió a ambos hermanos en un abrazo cálido.

— Gracias... — Dentro de aquel silencio todos pudieron escuchar el pequeño susurro de la pelinegra, quien seguía aferrada a la rubia.

— No es nada, lo hacemos con gusto linda — Segundos después Eunbi también se había integrado al abrazo.
Poco después todos se encontraban en la mesa comiendo, entre risas y alguna que otra escena vergonzosa. Todo eso había hecho que Wonyoung olvidará completamente lo mal que aquella llamada la había dejado.