La más buscada [Buggy X T/N Femenina]

Me haces reír

   Después de lo que se sintió como in instante, despertó. Despertó confundido. Boca abajo y sin camiseta ni chaleco. No sentía nada, era como flotar en una nube aunque estaba consiente de que estaba en el suelo.

-Mmh...- Se queja levantándose lentamente, miró a su alrededor. Estaba de regreso en el barco.
-¿Qué caraj--- Se pasa la mano por la nuca. Una aguja muy fina cae al suelo. Tan fina, que apenas la había notado.
-...- Miró al suelo a su alrededor, todos y cada uno de sus hombres estaban dormidos en un sueño profundo. Todos con aquellas agujas en la nuca.
-Hija de...- Mira al mástil, ahí había un papel pegado.

Largo.

Era lo único que decía. Buggy se pasa la mano por el rostro con cansancio y enojo. Arruga el papel hasta hacerlo una bolilla y lo tira al suelo.

-¡Carajo! ¡Levántense todos carajo!- Empezó a patear a todos y a quitarles las agujas de la nuca, tirando las mismas al mar. Por todos lados escuchaba quejidos, como si los cabrones no durmieran lo suficiente.
-Todo yo. ¡Todo yo!- Molesto se baja del barco a zancadas. Se tocó la cabeza, no tenía su sombrero.
-¡Mierda!- Patea un árbol con fuerza partiéndolo. Gritaba insultos para todos mientras caminaba.

Cuando llegó al lugar que recordaba todo se volvió negro otra vez.

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Despertó en el barco. Sus subordinados no sabían cómo él había llegado pero recordaban haber oído cuando él se fué.

-¡Carajo!- El capitán vuelve a bajar del barco. Repitiendo sus acciones hasta llegar a aquel claro del bosque.

Todo negro otra vez.

Una. Y otra. Y otra. Y otra. Y otra vez.

Estaba cansado, jadeante, pero no se daría por vencido. Ya no tenía fuerzas para gritar, la noche había vuelto en aquellas siete u ocho veces que había regresado inconsciente al barco.

El sudor le recorría la frente, ya no tenía el pañuelo, estaba muy sudado y el cuero cabelludo le picaba. Se rascaba mientras caminaba jadeante.

Se tuvo que detener, puso las manos en sus rodillas y miró alrededor. Podía sentirla.

-Por favor...- Jadea mirando al suelo, el cabello se le pegaba a la cara a causa del sudor que goteaba al suelo.
-Ya... Solo quiero...- El corazón latía fuerte por la fatiga. El estómago gruñía de hambre. El cuello le dolía de tanto pinchazo.

Y aún así no recordaba su rostro.

-Solo quiero que te unas a mi tripulación...- Gimoteó tragando pesado.
-Llevo intentándolo todo el día...Tengo que admitirlo, eres impresionante...- Jadeaba.

-...¿Cómo diste conmigo?...- Se escuchó a lo lejos. En eco. No sabía de qué lugar en específico venía la voz.

-Rumores...- Se reincorpora y se pone las manos en la cintura.
-Busqué todo en base a rumores...- Reveló. Sabía que no valía la pena pelear. Pero no se rendiría. No hoy.

-...- A lo lejos se escuchó el susurro de las hojas. Una mujer sale de entre los árboles.
-¿Cómo te llamas?- Se acerca a él. Tenía una máscara hecha con el turbante con el que la había visto antes. Lo único visible eran sus ojos y su hermoso cuerpo.

-Soy Buggy- Intentó reincorporarse y verse interesante. ¡Aquellos ojos eran los de una mujer bella! No pudo evitar mirar todo, se relamió los labios. Aunque se arrepintió por el horrendo sabor a labial mezclado con sudor.
-Buggy el payaso- Los ojos de la mujer se achinaron. Aquello le había hecho clara gracia.