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Despertar junto a Buggy era difícil. Pero solamente por el hecho de que despertaba muy temprano la mayoría del tiempo. Así que cuando despertabas de vez en cuando durante la madrugada y lo veías ahí, recostado junto a tí con una pierna tuya sobre sus caderas, aprovechabas para admirar aquella belleza única de él.

Un cabello azul natural. Su nariz roja y circular. Sus ojeras. Y aquella barba ligera que era rascada con cuidado por tus uñas, haciendo que el hombre adormilado suspirara con pesadez. Te abraza entre sueños, escondiendo el rostro en tu pecho, dejando que tu cuerpo quedara más hacia las almohadas. Tus dedos se trasladan a su cabellera, rastrillando su melena bien cuidada y dejándola ser libre entre las sábanas.

Era imposible no amarlo.

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-Nena...- Murmura dando besos suaves en tu mentón, raspando tu piel con su barba causándote cosquillas.

-Ya...- Te quejas, buscando con tu mano ciega su rostro para apartarlo.

-Tengo que levantarme, me estás aplastando-.

-No...- Chillas, abrazándolo con más fuerza debajo tuyo a lo que sonríe con el mentón en tu hombro. Se había dormido y despertado en el paraíso. Tu pierna abrazándolo y tus pechos a nada de su rostro le ponían las mejillas rojizas y alargaban su sonrisa. Y aquella adorable queja le había hecho saltarse un latido.

-Dale, preciosa. Tengo que ser un capitán, ¿lo olvidas?-.

-No tan temprano...- Abres los ojos lentamente, intentando que tus pupilas regresaran a su debido lugar.

-Tengo que comer y de todos modos tengo que escribir en mi Long Book, voy a regresar en poco rato, nena-.

-Traeme algo entonces- Susurras.

-Vale, vale. Pero tienes que soltarme, muñeca-.

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-Mhh...- Tu ser adormilado se queja ante la incomodidad del cuerpo entumecido por dormir tan profundamente. Al voltear tu cuerpo para observar fuera de la cama un suspiro se te escapa con dulzura al observar al hombre de cabellos azulados escribiendo en su escritorio. Un olor caliente y llamativo hizo tu conciencia despertar, frente a tí, en la mesilla de noche, había un desayuno completo y bien preparado.

-Buenos...días...- Saluda Buggy mientras recarga la pluma con tinta y vé que ya casi no queda de esta.

-Buenas- Te sientas al borde de la cama agarrando el desayuno. Buggy se queja agachandose para revisar las otras gabetas de aquel escritorio.

-Ya no me queda tinta...- Farfulla en una voz casi interna. Le miras con curiosidad por su enojo.

-¿Qué pasa?-

-Se me acabaron los botes de tinta-. Se levantó, estresado.
-Todavía me faltan las últimas dos islas a las que fuimos...- Sus dedos pasaron por su cabello, buscando paz para su encabronamiento.

-Ya pronto deberemos llegar a la siguiente isla, tranquilo-.

-¿Tú no tienes tinta en tu cuarto?- Voltea hacia tí,  niegas.

-Prefiero el carbón, no se me da la letra cursiva. Lo único que escribo en cursivo es mi nombre-.

-Maldita sea...- Murmura.
-Y nadie más aquí tiene porque esos eran los de Cabaji...-

-Relájate, ya pronto llegaremos a--

-¡Tierra a la vista!-

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La más buscada [Buggy X T/N Femenina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora