La más buscada [Buggy X T/N Femenina]

Cuéntame de ella

¿Cuánto había pasado desde aquel encuentro en su habitación? Probablemente un mes... Pronto se cumplirían 10 meses desde que te uniste a la tripulación de Buggy y ello se estaba volviendo tendencia en la marina. Todos querían saber cómo Buggy la había encontrado y reclutado. Otra cosa de la que todos hablaban era aquel afiche en el que aparecías en sus brazos, siendo llevada de regreso al Big Top por Buggy quién reía burlonamente. En la imagen aparecía también Mohji, que le sostenía con fuerza el brazo al capitán para regresarlo al bote.

-¡Nunca habíamos sido tan ricos!- Exclama Buggy al ver la enorme cantidad de tesoro que había en aquella habitación "bóveda". Ríes, finalmente caminabas por tu cuenta, pero no podías caminar largas distancias. Tus piernas tenían cicatrices que dibujaban las áreas en las que las espinas de aquella  red que no querías recordar había dañado.

-¿Me vas a comprar joyería?-

-¡Te voy a forrar el cuarto de oro si quieres!- Ríes ante su entusiasmo. Habían robado a todos y cada uno de los barcos de aquellos Marinos que los acechaban. Si no fuera por tu amplio conocimiento de los Marinos al haberte enfrentado a ellos muchas veces tanto oro no hubiera llegado a sus manos.

-¿Ya viste el afiche?-

-Oh, jo, jo-. Ríe con emoción.
-Querrás decir el afiche-. Volteas los ojos con diversión y cruzas los brazos. Obviamente hablabas de ese afiche.
-Te vez muy sexy en mis brazos, preciosa- Te lanza un beso a su corta distancia y se da la vuelta para dar una zancada y luego caminar a la puerta.

-Ya me lo dijiste-. Aquella sonrisa que lanzaban tus ojos lo ponía contento. Abre la puerta de la bóveda y la sostiene para verte salir, aprovechando aquella corta falda para mirar lo que nunca le había dejado de gustar.

-Vaya mami- Silba y recibe una mirada jurídica, y a la vez juguetona, por parte de su primera al mando, quién camina pasándolo de largo.

-Sube a comer de una vez, estamos esperando por tí-. Te encaminas a la cocina donde la tripulación espera por su capitán. Como siempre, cuando él se presentaba su tripulación se levantaba. Él no era solamente su capitán, era su rey. Permaneces levantada a su lado unos segundos. Cuando se sienta te abres tu silla dispuesta a sentarte y degustar el festín delante de tus compañeros.

Mas un silbido quita tu atención de la silla y la regresa a Buggy. Te señaló y con dos dedos expresó que te acercaras, sabías a donde iba esto; a estar sentada sobre sus piernas al comer.

-No puedes vestirte tan linda y pensar que te dejaré tan sola-. Susurra a tu oreja y le apartas la cara con una mano.

-Caprichos es todo lo que oigo- Ríes bajo y te levantas para poder agarrar de la comida delante tuyo y ponerla en el plato. Quedó embobado, se recostó en el espaldar de la silla derritiéndose un poco para poder ver más allá de la falda. Aquella curva entre tus muslos lo hizo tragar pesado ante las posibilidades. Se distrajo tanto con ello que olvidó que para que estuvieras sentada en sus piernas no debía tener una erección. Se puso rojo como tomate cuando te sentaste sobre él sin siquiera darle tiempo a acomodarlo en su pantalón para que no te notara el bulto ansioso que se había formado en pocos segundos.

Un silencio se formó entre los dos, apretó los dientes en una sonrisa reversa, esperando un regaño. Suspiras, aceptando tu asiento con una ligera cara de irritación. Espero que te voltearas y le estamparas uno de tus famosos bofetones, pero cuando pasaron los segundos y no sucedió nada no sabía si estar más asustado o aliviado.

Al final tuvo que comer en silencio contigo encima de su polla endurecida, la cuál no parecía tener planes de "dormirse". Ni siquiera cuando saliste del comedor y pudo correr a su habitación antes de ser notado con alguien más. Esos pantalones marrones claros no le ayudaban, una mancha pequeña causada de la emoción que no podía detener se había presentado. Se cubrió la cara y golpeó la parte de atrás de su cabeza con la pared repetidas veces.