Rico

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¿Ya te he dicho que amo que me digas así?

-Mmmh...- Verte despertar era lo mejor que le pasaba en su día, sobretodo cuando estaba libre para esperar por tus mimos mañaneros.
-Hola, bobo- Suspiras hasta tener la necesidad de soltar todo en tus pulmones. La sábana que te cubre se mueve a la par que tu cuerpo busca estirarse hasta sentirse libre de la poca movilidad.

-Buenos días, preciosa- Responde, sintiendo como tus manos le rodean la cara para acercarlo y besar sus mejillas como primer acto del día.

-Mi...bobito...¡Mwah!- Ríe ante tu atención, aquel apodo lo derrite. Era como ser derrotado de la manera más suave.

-Mamita chula...- Te abraza hasta poder tener su cara cómodamente invadiendo el espacio de la tuya. Sus dientes raspan en cortas mordidas tu mejilla terminando por sacarles una risa a ambos. Pedirle más tiempo en el hotel era quizás la mejor idea que habías tenido...

-Te tengo ganas...- Susurras dejándolo ilusionarse ante tus ronroneos. Habías estado de muy, muy buen humor desde que llegaron, y eso le daba como recompensa tenerte todos los días para él y solo él. Le gustaba hacerte el amor en las mañanas. Hoy bajó su pierna de tus caderas y llevó la tuya por encima de él.

-Sabes bien que nunca te voy a negar algo de amor...- Sonríe juguetón antes de permitirse acariciar tu enorme muslo y apretujarlo hasta casi doler, haciendo que sueltes un suspiro.

-Te amo mucho...- Suspiras frente su rostro buscando los labios despintados del mayor.
-Tócame más...- Seguías adormilada, lo que hacía esta situación más excitante para él.

-Me la estás poniendo dura- Rió. Eso le gustaba de tí, no tenía que tomarse esto de la sexualidad muy en serio, podía ser él mismo. Escuchar tu risilla y sentir tu cuerpo era la mejor combinación. Una mano juguetona acaricia tu trasero, apretando la nalga con un tatuaje escrito a la par que besa tus labios uniendo sus lenguas en vulgar sexualidad. Sus besos se espacen por tu cuello y su mano izquierda se adentra por tus bragas mientras te coloca debajo suyo. Tu vulva no está del todo húmeda al recién haberte levantado, pero eso se resuelve con un par de caricias y más besos en el cuello. Sus dedos mojados de saliva dando círculos alrededor de tus labios inferiores hacían tu interior revolverse hasta hacer la rica mezcla espesa que el busca.

Gruñó de felicidad ante la sensación de tu cuerpo reaccionando a sus acciones. Deja que la mano trabaje sola y meta los dedos en tí para volver a concentrarse en lo importante, seguirte besando.

-Preciosa...- Ríes, impidiendo que la risa salga completa a causa de tus dientes apretando tu labio inferior en señal de que todo lo que hace y dice es de tu agrado.
-Mami...- Sonrió con la boca junto a tu oreja, mordisqueando la parte dura y causando un temblor pequeño en tu ser.

-Sángano- Le empujas el pecho con juego, soltando un gemido bajo que lo llamó nuevamente. Quitó su camisa de rayas rojas de tu cuerpo y se permitió darse un festin con las masas de carne deliciosa en tu pecho. Amaba hundirse allí y "comerte", apretujando y moldeando la suavidad de tus tetas a gusto propio. Suspiras, su nariz dejaba un calor que sus labios aumentan con la presión de la lengua y los dientes, llevándote a sentir de maravilla.

Terminas por apartarlo, la delicia de esas atenciones cosquilleaban más abajo. Y carajo, ese hombre sabía cómo mojar los labios y guiarlos a tu paraíso húmedo bajo el monte venus que él ama.

-Mmh...- Abraza tus piernas entre la apertura de su boca al sabor rico de tu intimidad. Su lengua explora en suave movimiento cada labio y cada protuberancia con el fin de escucharte gemir bajo y sentir tus dedos en su cabello. Ahí era cuando llegaba su razón menos favorita de ser un capitán pirata.

La más buscada [Buggy X T/N Femenina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora