La más buscada [Buggy X T/N Femenina]

Especial Navidad

Recuerden que los especiales de navidad no tienen nada que ver con la historia original y su trama. Es solo un gustito que hago cada navidad para que sientan bonito.

Aunque te gustaran esos días festivos admitías que odiabas la sensación nauseabunda de los nervios. Las navidades se prestaban para muchas cosas, y una de esas cosas eran las preguntas. ¿Qué pasaría? ¿Habría fiesta? ¿Me regalarían algo? Son todas preguntas que abren un espacio en el universo con una posibilidad nueva. Te gustaba aventurarte, pero no te gustaba romperte la cabeza para ello. Usualmente ibas con el viento pero habían días, como estos en específico, que tu mente no podía disociar el suiche de pensamientos.

Desde que diciembre tocó la puerta el barco se llenó de celebraciones. Todos querían hacer de todo y eso te mareaba. Una vez llegaron los días 20's la fiesta fué infinita hasta el sol de hoy. Almenos para ellos.

Mirabas desde el portabrazos de la silla de Buggy. Que por cierto, te había hecho vestir de Momma Claus, o más bien un puti traje de santa. Aunque tenía una capuchita realmente no cubría mucho, todo con sus fines maliciosos y lo sabías. Cuando te rehusaste a usarlo con una sonrisa amenazó que metería en ácido toda tu ropa, una risa bastante maligna como para no ceder.

-Estás preciosa, mami-

"Mami", ese era el apodo de hoy, un apodo que te sacaba el sonrojo aunque ni lo intentara. Él estaba vestido de Santa Claus, ni por un carajo se iba a vestir del puto reno de nariz roja. Cuando le hechaste el ojo no pudiste negar que el sonrojo empeoró, tenía un traje pero lo dejaba con el pecho descubierto de una manera que..., simplemente no pudiste evitarlo.

-Tú también, Buggy-

-¿Qué pasa mami?- Se sienta en su respectivo lugar.
-¿Quién te molestó?- Cuando una mano pasa tras tu cintura para halarte y dejarte sobre su falda esos nervios recorrieron todo el cuerpo, sus rostros quedaron muy cerca, más él puso una sonrisa juguetona.

-Buggy- Mumuras mirando a sus intensos ojos azules, que bajaron al apretado y revelador escote para entonces volver a tus ojos.

-¿Qué te hizo ese Buggy? Que yo sepa, es un niño muy bueno- Aquella voz infantilizada con el fin de hacerte sentir mejor estaba funcionando. Pero su descenso a la voz real y susurrante de Buggy parecía hipnotizante.

-No lo es- Ríes bajo, cruzando el brazo tras los hombros de Buggy.
-Es un niño malo- Aquella risa aguda pero baja terminó su camino en tu oreja, rozando su aliento y aquella sonrisa traviesa en ella.

-La nena mala eres tú- Murmura mientras la mano que no sostiene tu cintura se aventura por la falda de terminación pomposa y blanca. Buscó uno de tus muslos y lo apretó fuertemente con aquella mano enguantada.

Un "no" suave se escapa de tus labios, una de esas negaciones sonrientes, sabías lo que él pedía. Otro apretón a tu muslo susurra lo que él desea, quería un beso, pero no te dignabas a voltear el rostro hacia el suyo.

-Mírame...- Susurra, entre todo el ruido de la fiesta, su susurro te consumía el oído, calentándolo. Después de pocos segundos volteas a verlo, chocando tus ojos con aquel azul eterno de sus ojos. Tragaste pesado, sintiendo su mano alejarse de tu carne y subir a la tela que cubría tu rostro, dispuesto a subirla. Niegas, atrapando su mano con la tuya. Cuando la tela es regresada a su lugar, los rostros se acercan aún más, él no se iba a ir sin lo que quería.
-No me voy a rendir contigo-

Aquellas palabras hicieron tu corazón acelerarse, su mano se introdujo por debajo de la tela, al lado contrario de donde pertenecía la mano, y apartó la tela solo lo suficiente para que sus labios chocasen.