Un nuevo deseo

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Tu relación nunca fue una perfecta. Desde el inicio Buggy y tú tenían una tendencia viva con chocar con el otro incluso después de enamorarse. Y no, los problemas casi nunca los resolvían en la cama. Usualmente sus discusiones eran cosas estúpidas, como quien no limpiaba esto y quien no limpiaba aquello o quién había movido cuál cosa de quien. Hoy era diferente, pues la pelea era en contra del mejor amigo de Buggy.

-¡¿Qué te pasa imbécil?!-

-¡Buggy! ¡Suéltalo!- Le gritas sosteniendo sus brazos, estabas apenas vestida con tu pijama que consiste en una camiseta de tu marido y unas bragas que gracias al cielo cubrían bastante. Buggy estaba cabreado, había notado por un par de días la extraña actitud de Mohji. Había engordado, estaba ansioso constantemente y desaparecía muchas veces en el día. Para cuando quiso hablar con su mejor amigo este solo lo esquivó y se encerró en su cuartito junto al comedor, rehusándose a las buenas noticias de su cambio de cuarto.

-¿¡Qué hacías con esas tarjetas!?- En el suelo de este escenario hay tarjetas, muchas tarjetas, de esas que le mandabas a Buggy a través del barco. Desde el cumpleaños del capitán, Mohji no pudo aguantar las ganas de seguir quedándose con esas tarjetas. Es que eran gestos tan bonitos y delicados...
-Espero que no sea lo que creo que es porque te voy a matar aquí y ahora- Las venas en los brazos de Buggy, al igual que sus músculos, se marcan ante la presión que hacen sobre el cuello de Mohji.

-¡Buggy!- Lo intentabas separar, era muy de madrugada y no te había dado tiempo a llevarte tus agujas. Comparada con Buggy, tu fuerza no era mucha, pero sabías bien cómo sacarlo de su mal quicio.
-Tss...- Metes tu mano en su cara hasta apretarle la nariz; haciéndola soltar un pequeño squak ante la presión.

-¡T/N!- Te regañó soltando a Mohji, que cae al suelo en un directo intento de respirar. El peliblanco se pone las manos en el cuello, jadeando y tosiendo ante la fuerza de su capitán que ahora discutía contigo por su culpa.
-¿¡Porqué lo defiendes!? ¿¡Tienes algo que ver con esto tu también!?- Si algo molestaba a Buggy era que otro hombre intentará ganarte. Sea como sea. No le solían importar las explicaciones.

-¡No! ¡Pero tampoco puedes ir estrangulando gente por ahí sin preguntar!- Le gritas cuando te agachas para atender a Mohji.
-¿Estás bien?- Tu voz se suaviza un poco.

-Ah, osea, ¿ahora te vas a poner de su lado?- Buggy se cruzó de brazos con molestia. Estaba desnudo a excepción de los boxers que llevaba puestos para dormir.

Algunos minutos antes un tripulante tocó la puerta de su habitación. Cuando el capitán salió con aquella mala expresión que no le agradecía haber sido despertado en la noche el joven no tuvo otra opción que contarle lo que había visto y escuchado. Según el muchacho, Moji se la pasaba constantemente en su habitación con una gran colección de cartas pertenecientes a la mujer que acompaña a su capitán. Aquello le hirvió la sangre a Buggy, que salió a paso rápido hasta la habitación de Moji sin pregunta alguna. Tú te despertaste minutos después por los gritos y la discusión lejana, por lo que bajaste a toda prisa para intervenir. Eso los llevaba hasta el presente, cuando Moji pudo empezar a explicarse.

-P...Perdónenme- Sollozó mientras sostenía todavía su cuello marcado con las manos de su capitán.
-N...No es lo que parece, lo...lo prometo p...pero...- Temblaba ante el miedo, mirando constantemente a Buggy.
-E...Estaba tan celoso... No hice nada con las cartas, lo juro. S...solo es... Estoy tan solo... Y...- Tragó pesado posando su vista en el suelo entre sus piernas. Algo en esas palabras suavizó a Buggy. Que se volteó hacia ustedes y levantó a Moji por sobre su hombro como un costal de papas.

-Vamonos a la enfermería, allá me cuentas todo...- El tono de su voz bajó y volteó hacia tí.
-Perdón- Dijo sin voz en tu dirección, saliendo de la habitación de Moji.

La más buscada [Buggy X T/N Femenina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora