Faldas

1.4K 113 30
                                    

Habían pasado unos días desde aquella fiesta; Buggy seguía algo enojado, y decidió vengarse por su enojo, por más patético que fuera, quemando tus pantalones. Algo que obviamente no fué de tu agrado.

-¡¿Qué más falta?! ¡¿Me vás a quemar las bragas también?!- Gritaba la mujer cubriéndose con su sábana. Hoy estaba enojada, encabronada, emputada.

-¿Para qué me llamas? ¿A regañarme y ya?- Estaba cruzado de brazos, mirándote con seriedad como si esto no le importara. Realmente, ahora que veía la situación, sí que se había enojado por nada.

-¡Me vas a comprar pantalones y faldas!- Dijo con enojo apretando la fina sábana.

-Seh...No lo creo-

-¡Buggy!-

-Buggy- Imita tu voz de queja.
-Si tanto quieres que Buggy te compre tus falditas y tus pantaloncitos, él los va a elegir- Levantó sus cejas abriendo sus ojos y sonriendo imprudente. Como si le dijera con los ojos que o era eso, o no pagaría lo perdido.

-...- Ella lo miró a los ojos, retante, rogando con sus pupilas que por favor enmendara su maldad. El hombre suspira, le agarra del mentón con dulzura y acerca su rostro. Un brinco en el corazón se apoderó de las emociones del pirata, un brinco que no entendía y le causaba gracia.

-Tres faldas largas, es todo lo que te voy a dar.- La vió pensárselo.

-Dos faldas largas y un pantalón hasta las rodillas-

-Ok- Sonríe complacido.
-Tienes unas piernas muy bonitas- Le suelta el mentón y se aparta un paso, aún invadiendo su espacio personal.
-Picarona- Le pone el nudillo en el mentón empujándolo juguetonamente. Le guiña un ojo y se da la vuelta saliendo de la habitación.

-¡Isla a las diez en punto!- Se escuchó una fuerte voz, una voz que resonaba por todo el barco. Después de mucho tiempo, llegarían a tierra firme.

Te mentalizaste para quedarte en el barco. Odiabas eso; ¡se supone que un pirata viva la vida al máximo! Sexo, drogas, alcohol, apuestas, dinero; ¡todo eso te lo ibas a perder! ¡Todo por culpa de Buggy! Te tiraste en la cama a patalear y tirar puños a la almohada, soltando un grito ahogado en la misma cuando la unes con rabia a tu rostro.

¡Lo odiabas! ¡Odiabas al maldito! No entendías su obsesión por mirarte las piernas. ¡Un pervertido de mierda! ¡Eso es lo que era! ¡Un bribón y un tirano! ¿Por qué no le hacía esto a Alvida? ¡¿Por qué no se conseguía una prostituta y te dejaba en paz?!

Dejaste tu berrinche y decidiste desplomarte por completo en la cama. Te quitaste las lágrimas infantiles y mal gastadas, soltaste lo que quizás era el suspiro más largo de tu vida y decidiste relajarte. Podías escuchar como todos bajaban del barco emocionados por todo lo que encontrarían y saquearían antes de marcharse. Pensaste en los strippers, bendito sea el o la genio que había inventado los prostíbulos. Te hacía falta un buen hombre.

Una expresión de fastidio y aburrimiento se apoderó de tu rostro. El silencio se hizo en la habitación, tus respiraciones serían la melodía de este y quizás el próximo día; claro, si es que a Buggy se le olvidaba ir a comprarte tus cosas. Siempre que paraban en tierra filme se quedaban más o menos una semana. Así que el tiempo sería muy largo para tí aquí. O almenos, eso creíste.

-¡Preciosa!-

-No puede ser...-

-¡Ven! ¡Sal!- Toca la puerta con insistencia. Siguió repitiendo que salieras mientras tú te volvias a poner la sábana como falda.

-¡Voy!- Te acomodas el turbante y le abres la puerta. Tenía una sonrisa juguetona; como si planease algo.
-¿Qué quieres?-

-No hay de la medida que dije, así que tienes q venir conmigo-

La más buscada [Buggy X T/N Femenina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora