Ahora sí te tenía entre sus manos. Después de tu cumpleaños no eras capaz de ser tan fría y distante con él. Te había regalado de todo lo posible en el mundo, o almenos, todo lo que te gustaba. Tu cuarto estaba lleno de algunos libros nuevos, un caracol teléfono solo para tí, cosas para el cuidado de la piel y maquillaje carísimos, ropa igual de cara y hermosa, armas, juegos de apuestas, libretas para que escribieras tus aventuras, etc. Bueno, ¿qué no era capaz de conseguirte Buggy?
Después de todo, estaba dispuesto a consentirte y demostrarte lo mucho que te apreciaba.Eso sí, aún no había acabado aquel juego estúpido por obtenerte. Día 56, y estaba desesperado por una caricia.
-Preciosa...- Maullaba entrando a tu cuarto sin permiso, como lo hacía la mayoría del tiempo.
-Mmh...- Te quejas levantando la sábana que te cubría más allá de tu rostro, dejando a la vista tus piernas.
-Preciosa- Su mano caliente y desenguantada se posiciona en un muslo tuyo.
-¿Qué hora es?- Murmuras bajo sin abrir los ojos.
-Cuatro de la mañana, ¿por?-
-Mmh...- Te mueves en incomodidad y terminas boca abajo entre tus almohadas, deseando volver a quedar dormida.
-Nena, pss... ¿Me meto contigo?-
-...Jódete...-
-Lo tomaré como un "Por supuesto, Buggy"- Ríe bajo y se acuesta en el borde de la cama a tu lado. Te abrazó dejando parte de su cuerpo encima del tuyo y subiéndote una pierna en la cintura.
-Jodes mucho...-
-Me gustas mucho, son otros veinte- Una risilla se te escapa ante tal comentario. Se metió en tu sábana, cubriendo su rostro y pecho con ella.
-Vente--No..., no quiero-
-¿No quieres beso?-
-No...-
-Boba- Te hizo moverte hasta quedarle de frente. No te quitó la pierna de sobre la cintura, pero sí te abrazó con fuerza hundiendo la nariz en tu pecho.
-Estás caliente- Susurras, pasando tus brazos por sobre su rostro para enterrar los dedos en su cabellera y masajearla.
-Que rico hueles...- Sonríes ligeramente sin abrir aún los ojos. No te interesaba abrirlos y mirarlo, pero te gustaba tenerlo tan cerca. Te agradaba sentir su cuerpo caliente y flaco musculoso. Su cabello frente a tu nariz olía a lavanda y aceites. Siempre olía así, a lavanda, o almenos, olía así siempre que estaba bien duchado.-Así te gusta-. Ríe agudo cuando tu cuerpo lo obliga a recostarse sobre su espalda, quedando tú sobre él.
-No me aplastes el cabello, mocosa--¿Ahora que sabes que soy menor que tú tengo que decirte papi?- Ríes
-Por viejo no, por guapo sí- Suspira cansado, agarrando tus piernas para que lo rodearas.
-Duérmete- Suelta con una voz muy baja, casi inaudible si no fuera porque tu oreja estaba cerca de su boca. Y así pasó lo que restaba de madrugada, acariciando tu espalda y escuchando cómo el barco finalmente zarpaba de aquella islita destrozada donde había dejado a toda la población libre. Bueno, sin comida, pero libre..
.
.
-¡Primor! ¡Ven a bailar!-
Te gritaban a la lejanía. No, no era tu capitán, al contrario, era otra de sus misiones estúpidas para robarle a otro pirata o marino y aumentar el precio por su cabeza. Y con "su" también se refería a la tuya.
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La más buscada [Buggy X T/N Femenina]
FanfictionNo había foto, nombre o descripción. Solo habían rumores...