12:00am

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Ambos comían de la bandeja de pasta que tenían en una pequeña mesilla plegable en medio de ambos. Reían suavemente, teniendo que verse a la cara a la hora de comer.

-¿Qué? ¿Quieres recrear la dama y el vagabundo?- Rieron nuevamente en voz baja.

-No era la idea, pero suena muy a nosotros- Carcajeó un poco volviendo a enrollar la pasta en su tenedor para introducirlo a su boca.

Desde allí podía ver tu rostro de diversión y tus mejillas sonrosadas de coquetería. Adoraba esta vista. Bajó la mirada, tenía que pensar. ¿De verdad estaba listo para esto? Todavía tenía un par de horas para rendirse y volver a su vida loca llena de mujeres. Sí, le gustaba esa vida. Pero siempre supo que uno de sus problemas era que buscaba ser amado a la fuerza, y ya estaba harto de despertar a solas sin alguien que realmente lo acompañe a sus aventuras. Entendía bien que los piratas no solían tener a alguien a quien amar con ellos a bordo ya que era muy peligroso, pero él estaba muy loco como para pensar en todo eso ahora. Solo sabía que mataría a cualquiera capaz de hacerte daño.

Regresó su mirada a tu rostro concentrado y deleitado por la comida; admirandolo una vez más.

Tenía tiempo de salir corriendo.
Pero amaba incluso aquel tatuaje maldito en tu mejilla.
Tenía tiempo de salir corriendo.
Pero tu mirada le ponía el pecho pequeño.
Tenía tiempo a salir corriendo.
Pero tener tu compañía constante no sonaba a una mala idea.
Tenía tiempo a salir corriendo.
Pero no sería capaz de vivir extrañandote.

-¿Quieres meterte al agua más tarde?- Cuestionó ella, sacándolo de su monólogo mental.

-¿Eh? Yo no puedo, preciosa. Pero sí te quieres meter no hay problema-.

-Claro que puedas, estarás conmigo, tranquilo-.

-¿Este es el momento perfecto para decirte que no confío en tí?- Sueltas una risilla que lo hizo enternecerse.

-Vamos, no te he matado hasta ahora-.

-Ni yo a tí-.

-Entonces confiémos el uno en el otro-. Ella bebió un sorbo de la jarra que también les tocaba compartir. Vaya que Buggy era un oportunista.

-Bueno...-

.

.

.

-No, no, no, no. Llévame a la orilla. ¡A la orilla te dije!- Se aferraba de tu cuello haciendo que soltaras una risa divertida.

-Cálmate-

-¡No me voy a calmar, mujer! ¡Siento que estoy muriendo!- Dramatizó con lágrimas y mocos que salieron de la nada. Reíste con más fuerza y lo sostuviste con mayor cuidado por la cintura.
-¡Tampoco me trates de marica!-

-Cállate-. Un beso tuyo en la mejilla lo hizo suspirar rendido.

-Si me muero te voy a atormentar el resto de tu vida-.

-Tan lindo...- Ríes juguetona mientras le brindas más de esos besos cortos en su mejilla, los cuales terminaron de destruir su voluntad.

-Bueno, bueno. Ya. ¿Qué quieres que yo haga aquí en el agua?- Cuestionó.

-Quiero que confíes en mí- Respondes con sinceridad. Una sinceridad que lo hizo sonrojarse. Nadie buscaba su confianza además de Mohji y Cabaji. Aunque Cabaji era más por el puesto honestamente.

Tus manos le acunan en tu pecho, dejando su mejilla en aquel espacio libre cerca de tu cuello. Tus dedos pasan y repasan su cabello. El agua choca con ambos de un modo suave y cálido que por primera vez le permitió relajarse en el mar. Suspiró, finalmente dejándose caer sobre tu pecho, pudiendo ahora escuchar tu corazón latir activamente. Sus manos suavizan el agarre a tu cuello  y hombros, ahora podía sentir tus manos dar suaves caricias a su espalda desnuda bajo el agua.

La más buscada [Buggy X T/N Femenina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora