La más buscada [Buggy X T/N Femenina]

Bebota

Otra isla, otra aventura. Aunque todos los días eran una aventura con Buggy.

-¡Auch!- Uno de los tripulantes se pone la mano en el rostro, había recibido un bofetón. De esos bofetones tuyos que dejan la marca con tan solo el roce.

-¡No me estés tocando!- Te pusiste las manos en el trasero. No tenías más pantalones largos limpios así que tocaba usar los que Buggy escogió a su beneficio.

-¡No hice nada!-

-¡¿Y ves a alguien además de tí aquí cerca, imbecil!? ¡Debería mandarte a tirar por la borda!-

-¡Yo no hice nada, señorita Hari! ¡En serio!-

Buggy miraba toda la situación desde el barco. Habían desembarcado en una de las islas del archipiélago al que tardaron en llegar una semana y media. Él y tú no  habían cruzado muchas palabras últimamente, el pirata solía estar ocupado y a veces encerrado en su habitación. Afuera repartías gritos y amenazas o dabas las órdenes indicadas del día.

Admitías extrañar esos ojos azules, aunque te miraran de lejos. Aunque te molestara cada vez que pudiera, te gustaba esos momentos en los que las revoluciones bajaban y lograban tener una conversación.

Otra vez alguien te pellizca una nalga, así que le pegas un puñetazo al primero que encuentras detrás tuyo, siendo este Cabaji.

-¡Pervertido!-

-¡Tú eres la que anda enseñando el culo!- Cae al suelo y se pone una mano en la mejilla.

-¡Ni siquiera es mi culpa y lo sabes! Además, ¡tú eres el que no sabe controlar tus manos! ¡Deberías metertelas en el culo maldito mapo de circo!- Una risa aguda sale de Buggy quién baja del barco dando esas típicas zancadas como si los escalones le quedaran pequeños. Que quizás y si le quedaban pequeños, definitivamente es un pié grande.

-Cabaji, deja de molestar a Hari- Te pone un brazo en la espalda y te hace caminar, Cabaji lo mira impresionado de que se puso de tu lado. Todo hizo sentido cuando una mano enguantada fué volando al lugar que pertenecía, a aquel brazo tras tu espalda. Tú, sin idea de lo que pasaba le sacaste el dedo a Cabaji para luego recibir un jalón de tu capitán que te quería cerca de él.

-Hace tiempo no hablamos preciosa, ¿te llevo a comer algo?-

-¡Por favor! Estoy muriendo de hambre- Escuchas otra risilla de él.

-¡Es una cita entonces!-

-¿¡Qué!?-

[...]

-Buggy...- El hombre miraba orgulloso el letrero del lugar, con los brazos cruzados y una sonrisa juguetona.

-Esto es un prostíbulo-

-¡Es un restaurante con putas! Muy diferente- Ríes con incredulidad ante su comentario, poniendo una mano en su frente.

-En definitiva esto no es una cita- Susurra para sí misma mientras se cruza de un brazo y sobre este apoya el codo del contrario para ponerse los dedos índice y pulgar en el tabique.

-¡Vamos preciosa! Hoy hay especiales- Te agarra del brazo y te arrastra dentro del lugar. Ríes soltando los brazos y dejando que te lleve a una mesa, realmente era un restaurante.

Las luces rojas, rosas y anaranjadizas iluminaban el lugar con una suavidad sensual. Habían mujeres en el escenario, pero no parecía del todo un prostíbulo. Solo se sabía por las finas mujeres sentadas sobre hombres que parecían tener mucho dinero, realmente era un restaurante con putas. Las mujeres venían por su cuenta, incluidos hombres.