Bobo

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Si alguien sabía lo que era el fastidio eras tú. Pero es que no podías evitarlo, te encantaba que te molestara ese niño mimado nueve años mayor que tú.

-Eres un maldito mimado-.

Era empalagoso, y te estaba asfixiando de amor. ¿Esto era lo que ganabas al haber sido tan poco amada antes? Dios. Sentías que estabas siendo tragada por un montón de maíz.

-Un ratito más-.

-Dijiste un ratito hace más de quince minutos-.

-La última...- Su tono infantil te hacía soltar una risa entre tu enojo. Sus caderas se mueven con suavidad para permitirse estar dentro tuyo. Sus brazos te mantenían cerca, no queriendo desprenderse de tí. Sus besos exploran tu cuello y mejillas con dulzura, llegando a la boca para hacerte temblar antes de corresponder.

No podías resistirte.

Tus dedos le juguetean con su extenso cabello, que se soltaba cada vez que estaban en intimidad. Buggy admitía ser muy agresivo a veces, pero le había empezado a gustar eso de hacerlo lento y suave. Además de que su orgasmo duraba más, tus piernas temblando le sacaban suspiros extensos que hacían que los vellos en su cuerpo se rizen.

-Ah... Que rica estás, mami-. Suspira pesado, le ponías la piel de gallina y los ojos en blanco. Eso le fascinaba. Nunca se había sentido así con nadie. Quizás ese era tu amarre.

-Mimado- Ríes, sosteniendo sus mejillas para besarlo, inclinando el rostro para que su nariz no interrumpa.
-No puedo mentirte... Me encanta esto...- Gimes suave, apretando el agarre de sus piernas en sus caderas.

-Lo sé-. Sonríe, volviendo a besarte.
-No puedes resistirte al grandioso Buggy-.

-Oh, a ese sí me le puedo resistir-. Tus manos le abrazan mejor, llevando una tras su nuca y otra a su espalda para susurrar en su oreja en lengua de bebé.
-A quién no me le puedo resistir es a mi bobito-

-M...mh...- Tembló, poniendo una sonrisa boba tras tu hombro. Le encantaba que le dijeras así, de esa manera dan mimosa y maternal. Dios, que vergüenza le daría frente a la tripulación. Pero que rico era el escalofrío que le provocaba aquel apodo. No podía evitarlo, era su punto débil.

-Buen chico...- Susurras, sintiendo como se sale de tu interior y mancha tu estómago de su semen.

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.

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-Capitán-.

-¿Mh?- Levanta la vista a Mohji, había estado muy ocupado leyendo el periódico como para darse cuenta de que había entrado a la cocina. Donde Buggy desayunaba su café con galletas mientras los cocineros trabajan.

-Es muy temprano para usted andar despierto-. Sonríe Mohji, pasándole por al lado para recibir su propio café.

-Sabes que soy una ave madrugadora-.

-¿Planea algo?-

-Realmente no, pero ojalá la siguiente isla sea desconocida, ¿no crees?-.

-Hace tiempo no encontramos una isla así, jefe. Usted sabe que aunque el Grand Line es complicado hay mucha población por aquí-.

-Lo sé, lo sé-.

-Buenos días- Entras a la cocina, llamando la atención de Mohji y Buggy.

-Buenos días-

-Hola, preciosa-

Hablaron a la par, dando ambos diferentes mensajes.

-¿Cómo estás Mohji?- Lo saludas con un choque de cachetes dulce a lo que él responde:

La más buscada [Buggy X T/N Femenina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora