La más buscada [Buggy X T/N Femenina]

¿Funcionaría?

Caminaban por medio de las calles de aquel pequeño pueblo. Tú tenías el rostro rojizo por debajo de aquella tela y él llevaba una sonrisa victoriosa. Te estabas arreglando el niqab pues realmente te había tomado mucho tiempo plancharlo perfectamente para que él lo jodiera con sus ganas de molestarte. Además, el maquillaje antes inmejorable ahora tenía los labios y parte de la base jodida por el color verde alrededor de los labios se Buggy. Bueno, tampoco es como que pudieras culparlo.

Eso era parte del objetivo.

Lo que le parecía estar atrayendo a Buggy, además de tu físico, era el hecho de que no le eras cien porciento alcanzable. Sabías bien que otro hombre se consigue fácilmente. Y sabías bien que vivir sola jamás te sería un problema. Eso le asustaba.

-¿Quieres ir a comer, preciosa?-

-¿Tú pagas?-

-Yo siempre pago, pendeja- Recibió un puño en el hombro por el que ni se inmutó. Ríe y te pone una mano en la cabeza, desordenando por quintésima vez la tela que llevas puesta.

-¡Te dije que ya! ¡Y no me hables así!-

-Ya, ya. Dale, vamos a comer, puede que por eso andes tan gruñona-.

-Sángano-.

-Así te gusto-.

-Ayajá-.

-¿Insinúas que no te gusto?-.

-Insinúo que no somos nada-.

-¿Y por qué no?-

-Otro día te digo-.

-¿O quizás más tarde?-.

-Puede ser-.

Iban encaminados a un restaurante de muy buena pinta. No era lujoso, pero desde lejos se podía presenciar el olor de comida digna y grasosa. Pero la ilusión acabó muy rápido.

-¡Oye Capi!- Cabaji lo llamó a lo lejos, estaba frente a un bar y detrás de él parecía estar toda la tripulación disfrutando del establecimiento.

-¡Cabaji! Pensé que estabas en el barco-. Se desvió por completo en dirección al bar arrastrándote con él. Te quejas en un largo y sonoro suspiro. Sabías que se iba a quedar hablando o se iba a unir a la fiesta, y ninguna de las dos era tu idea inicial. Mucho menos ser arrastrada por él por su estupidez de quedarse con tu parte del dinero para gastarla él.

-¡Buggy!- Te quejas.

-Es un rato nada más, preciosa. Estate quieta-. Te hala a donde él está y ambos caminan donde Cabaji y los demás.

En definitiva se había puesto a hablar. Como si el muy cabrón no hablara con ellos todos los días. Luego trajeron bebidas, de las cuales aceptaste unas cuantas. Miras dentro del establecimiento y ves a los strippers dando un espectáculo. Buggy al notarte tan distraída colocó una de sus manos flotantes sobre tus ojos, haciendo que soltaras un suspiro rendido cuando su otra mano te hala hacia donde él está.

-Siéntate aquí, conmigo-. Susurra en tu oreja sacándote un sonrojo. Insinuaba que te sentaras sobre él. ¿Cuando había sido el momento en el que tomó asiento? No sabías, pero estaba en unas mesas altas fuera del establecimiento donde todos los piratas Buggy mantenían conversación.

-Sángano-. Farfullas cruzándote de brazos y dejando que sus manos te cargaran hasta quedar sobre sus piernas.
-Necio, hijo de puta...- Murmuras mientras él hablaba con sus subordinados por sobre tu hombro. Cierras tus ojos intentando agarrar paciencia y te cruzas de piernas sobre él. Quisieras molestarlo. Quizás provocarlo. Pero no te ayudaría a salir de tu situación.
-Maldita araña...-