COLE
Cuando hice acto de presencia dentro de la estancia puesto que fuera hacía frío, la gente se levantó de la mesa para aplaudir mi llegada. Estaba la mesa muy bien decorada y al lado, había una con cajas de regalos.
No sé quién habría podido influir en esta decorativa mesa tan otoñal. Ella, sentada en una esquina de la mesa cuando el resto se sentó, mientras nos poníamos la comida en los platos y me fijaba en que intentaba no limpiarse en exceso porque se le quitaría el pintalabios y no podría mostrarse así. De todas formas, creo haberla visto una vez sin pintalabios la noche que me presenté en su casa.
―Y bien, ya tienes veinticinco años ―pronunciaba Archie.
―Si no recuerdo mal, sí, hoy los cumplo ―bufé.
―Exacto, pero primero la sorpresa, aunque es doble ―decía Archie, todo orgulloso.
Y me invadió el pánico.
―Te regalo canciones de Addison durante toda la noche, puede tocar las canciones que quiera ya que tiene nueva guitarra ―aplaudió Archie y el resto, a excepción de Sarah y ella.
―¿Desde cuándo entraba en el regalo? ―Reprochó Addison.
―Desde que vi el regalo de Sarah y me dio tiempo a planear un doble regalo, así que gracias por hacer que esto sea tan especial Sarah, sin ti, no lo hubiera logrado ―dijo el muy sinvergüenza.
―Está bien ―accedió Addison sin poner pegas.
A mí me pareció extraño, pero debí ser el único sorprendido puesto que Ted aplaudía al igual que el resto de gente. Se levantó de la mesa arrastrando una silla, yo encabezaba la mesa, pero si no giraba mi propia silla no la vería ya que ella, estaba a mi derecha. Puso su silla tras de mí y luego se perdió entre las escaleras, bajó de ahí con la guitarra en la mano. Dios. Bendito. ¿Podía quedarle tan bien un accesorio como lo era la guitarra? Mejor dejaba de pensar en ello.
―¿Qué canción quieres que toque? ―Dijo ella, mientras se colocaba en la silla y acababa de afinar la guitarra.
―Willow de Taylor Swift ―dije cruzándome de brazos.
Por su mirada sé que no esperaba que le pidiera aquella canción, pero, a Hope le gustaba mucho y sé que podría tocarla con facilidad. Bueno, soy consciente de que Addison podría tocar cualquier canción y que quedara bien, para qué vamos a engañarnos.
Y si esto era como un caso cerrado, creo que, nunca lo hubiera sabido por esa mirada que tenías en tu rostro. Porque entre más dices, menos sé y creo que, a donde sea que te desvíes, yo te sigo.
Te ruego que tomes mi mano, arruines mis planes porque esa es mi morena. Y suena tan extraño.
Apoyando la cabeza en la almohada, pude sentir como te colabas, como si fueras algo místico que aparece de la nada. Como si fueras un trofeo, y había un premio, por el que seguro que haría trampas para ganar. Haces que me desvíe de mi camino, arruinando mis planes.
En el fondo, sabes que mi tren te puede llevar a un lugar llamado casa, cualquier otro lugar es un hueco. Toma mi mano, arruíname y sé mi chica. Creo que iba a darme algo con aquella voz tan melódica.
Estoy seguro que volveremos más fuerte que una tendencia de los noventa, igual no ahora, pero lo haremos.
Quiero que me muestres los lugares donde otros te dejaron cicatrices, sea quien sea, siendo un caso cerrado. Cada cebo fue una obra de arte, siempre que proviene de ti.
―¿Y bien? ―Dijo al acabar.
―¡Me encantas! ―Exclamaba Hope―. Hacerme una foto con ella, por favor.
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TOUCHDOWN AL CORAZÓN
Teen FictionAddison, el corazón de Nueva York. Una joven promesa del cine y de la música que se ve en la tesitura de las "sonrisas falsas". ¿Merece la pena todo lo que ha sacrificado? Una serie de preguntas que rondan su cabeza sin cesar. Siempre dicen que la v...