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El día de la fiesta de Halloween estaba demasiado nerviosa, la organizaba Trent en su gran mansión y me mandó hasta una invitación "terrorífica". La festividad de Halloween me gustaba, pero las películas de terror no, era así de especial.

Sarah estuvo organizando mi vestido porque decía que no podía ir de algo tan normal como vampiro o con un cuchillo en la mano, trajo a todas las maquilladoras y les mandó algunas a Cole y Archie.

Hablando de Cole, ninguno de los dos mencionó nada acerca de las noticias que salieron últimamente sobre nuestro supuesto romance y tampoco sobre la noche de Vermont. Hablábamos mucho por WhatsApp e incluso me llamaba cuando salía de entrenar, antes de Acción de Gracias tenía un partido en Nueva York. Teníamos trabajos que nos hacían viajar, él no siempre jugaría aquí y yo en algún punto he de organizar alguna gira que cuadre con mi nueva serie.

Habían maquillado a Sarah, con toda la cara blanca con detalles en negro como si fuera un esqueleto y un vestido negro ajustado, llevaba una americana más corta de lo habitual y unos guantes que cubrían sus dedos de seda negra. Optó por unas botas negras sencillas y recogerse el pelo en una alta coleta repeinada pero bien lisa.

―Estás increíble ―dije mientras me ataba las plataformas.

Mi vestido era blanco, de tirantes finos y de una tela algo transparente, sin embargo, no se me veía nada porque debajo llevaba una fina capa de tela negra. Había decoraciones de encaje por los pechos y la cintura, incluso el mismo vestido corto finalizaba con encaje. Diría que era precioso así, pero es que me hicieron entrar en el baño para salpicarme con sangre falsa, spoiler: dejó de ser blanco.

La parte de arriba del vestido era un reguero de sangre que cubría los tirantes y se me metía por el pecho, una vez seco esto no pasaba nada, pero al principio era molesto. Tenía sangre falsa salpicada en el resto del vestido, en los brazos e incluso aunque mi maquillaje fuera impresionante con mi pintalabios de siempre, también había sangre. Pedí por favor que al menos el pelo se mantuviera intacto, así que estaba sujeto con una pinza para que se secara la sangre.

Me puse una cinta que ponía PROM QUEEN de color rosa palo, era uno de los complementos, en la cabeza llevaba una tiara plateada y de zapatos unas plataformas cerradas pero que se ataban al tobillo y se enroscaban por media pierna, según Sarah me estilizaba las piernas.

Y sí, efectivamente, iba de Carrie. La vida es totalmente surrealista llegados a este punto.

Hope entraba por la puerta, ella se había maquillado con un grupo de amigas, pero estaba en la lista de personas admitidas a subir a mi apartamento. Entró impecable. Vestía con un vestido ajustado negro de encaje, americana a rayas lila, la corbata suelta verde y unas botas por la rodilla negras. El maquillaje era espectacular, como el protagonista de la película y el pelo engominado, tirado hacia atrás pintado con spray verde. Es que, ahora mismo la fan era yo.

―¡Vas de Carrie! ―Exclamaba Hope―. Dios, vas preciosa.

―Todas somos unas diosas ―comentaba Sarah.

―De calavera, he visto a los chicos. Archie va igual ―decía Hope―. Van todos increíbles.

―Es que habíamos pactado ser la pareja con más estilo de la fiesta, ¿o es que no nos veis? ―Reía Sarah.

―Anda vámonos que no llegamos ―dije agarrando el abrigo negro, junto al mini bolso blanco.

Tenía ganas de saber de qué iba a ir disfrazado Cole, no ha querido decirme nada estos días y se escudaba en que había sangre. No entendía por qué tan secretismo, intenté sonsacarle información a Archie, pero decía que era una tumba. Nada. Como Sarah y eso que ella tampoco sabía nada, pero ambos se callaban los secretos con ganas. Ganas de fastidiar.

TOUCHDOWN AL CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora