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COLE

Creo que nadie nunca me había escrito una canción, bueno, creo que nadie en general me hizo algo tan bonito. Pensando en Milly, en que era una chica muy detallista y que me regalaba cosas día sí y día también, me di cuenta de que Addison iba más allá.

No era una chica que le fascinara el romanticismo, ni si quiera sé si lo convencional era lo suyo. Te demostraba amor a su manera y como le salía de dentro. En el coche, pude leer el título y las primeras tres líneas, no tenía conocimiento de nada más. Impactado fue poco.

La gente ya sabía de quien hablaba, no hacía falta que pusiera nombre y apellido porque estaba más que claro. Tampoco sabía cómo debía sentirme, pero sí lo que estaba pasando en mi interior, notar como se me erizaba el vello y agradecer de que llevaba una sudadera, tragar saliva duramente tras aquello último fue la gota que derramó el vaso. Tenía un nudo dentro.

Ambos nos estábamos metiendo en un terreno peligroso del que no sabríamos salir. Ella tenía miedo y se le notaba, aunque lo cantara desde el cariño (cosa que se veía y se palpaba en el ambiente). Creo que yo también tenía algo de miedo, de que se fuera de mi vida de un día para otro y no saber gestionarlo.

Los chicos que hacían música estaban fascinados ante la actuación de Addison, no era para menos, si subía esto a plataformas petaba internet y con razón. Sarah me hizo un gesto para que me acercara, a mí ahora mismo solo me observaban los chicos del equipo de fútbol que hablaban con Archie. Di un bote para acercarme a ella, que me miraba con media sonrisa. Qué cabrona.

―¿Cómo está Romeo? ―Intentaba no reír―. Qué mala vista, no alcanzaste a ver toda la canción. Con estos dos ojos yo hubiera descubierto hasta los puntos de las i.

―Ha sido una canción rompedora y bonita, la verdad ―admití.

―Y por si no te has dado cuenta ha escrito sobre ti.

―¿Qué tiene que ver eso?

―Addison... no escribe sobre nadie, más bien escribe lo que siente, pero no personifica tanto. No sé si me estoy explicando, aquí se ve perfectamente de quién habla.

―¿A caso la ves a ella en una relación? ―Inquirí.

―Lo que yo veo son dos personas que están abriendo su corazón, que se están conociendo y están experimentando. No te digo que ninguno le pida salir al otro y que se os denomine novios Cole, solo conoceros. Creo que eso lo estáis haciendo bien.

―Me gustaría llevarla a mi casa, en Acción de Gracias ―solté de golpe―. Sé que te tiene a ti Sarah, también a Ted.

Ella me miraba expectante.

―Pero Ted tiene familia a la que ver, ahora estás saliendo con Archie y te irás con él ―me miró sorprendida―. Sí, me lo ha dicho al igual que las chicas os contáis todo ―reí.

―¿Y por eso quieres llevarla en Acción de Gracias? ―Me miraba seriamente―. ¿Por caridad?

―¡No! ―Exclamé―. No es por caridad, joder. Quiero que esté ahí y que...

―Conozca tu entorno, tu familia... así como ella te ha dejado ver su mundo, tú quieres que vea el tuyo ―decía con media sonrisa―. Era pregunta trampa Cole, ojalá de verdad os conozcáis al nivel de que os deis besitos en público.

Asentí lentamente. Vi como el grupo de gente se disolvía y Addison ya no llevaba la guitarra, estaba dando un salto para bajarse de la tarima. Escuché decir que iban a darnos una paliza en el campo, por lo que supuse que es ahí donde se dirigían.

Ella iba hablando con Kimberly, me coloqué cerca con Archie que tenía el brazo rodeando los hombros de Sarah y me entró envidia. Quería eso. No con Sarah, con Addison. Quería que pudiéramos ser dos personas normales. Desde que la conocí en aquella discoteca, todo cambió. Pensé que sería algo de una noche, luego quise arreglármelas para que viniera al cumpleaños de Hope y estar en el mismo sitio hacía que tuviera ganas de abrazarla, de decirle que todo iba a salir bien. Luego, conforme fue pasando el tiempo caí en la cuenta que no era para nada Addison la chica de las entrevistas, era una chica con un escudo tan fuerte que nadie podía romperlo. Por eso no admitía ni desmentía, la gente opinaba y ella ignoraba. Era mucho más joder, creo que debo pedirle disculpas porque los prejuicios hicieron que pensara que yo era un capullo, bueno un poco sí que lo soy.

TOUCHDOWN AL CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora