Dark Red || Hermione Granger.

Capítulo 1.2

Luego de despedirse de sus amigos y caminar junto a Danielle de vuelta a su departamento a las afueras del Londres muggle sus días comenzaron a volverse monótonos. Los días pasaban rápido, sentía que sus emociones estaban estancadas y no podía sentir nada más que planitud todo el tiempo. Danielle también estaba mal emocionalmente, podía notarlo, era más notorio cuando Penny comenzó a visitar más de lo usual y se quedaban conversando en murmullos en el living. Su hermana lloraba en silencio mencionando que era común perder compañeros cuando trabajabas de auror, pero perder a alguien relativamente cercano volvía totalmente inevitable soportar el dolor y la pena. En eso Erika le encontraba razón.

La mayor tenía que cumplir con su papel de hermana mayor durante el día, Penny se quedó unas semanas para poder apoyar a ambas y no dejarle una tarea tan grande a Danielle cuando no se encontraba bien emocionalmente, durante todo ese tiempo se preguntó cómo la rubia podía soportar cuidar a dos personas en pleno duelo con una sonrisa en el rostro.

Sus sueños eran más pesadillas en aquel punto. Lo único que se repetía era el cuerpo inerte de Cedric en el piso al mismo tiempo que las palabras de Dumbledore mencionando que su padre había sido el responsable resonaban en su mente. A veces despertaba en la noche y veía a su padre en la puerta de su habitación de pie, mirándola con aquellos ojos verdes penetrantes que le producían un escalofrío de miedo. Desde aquel día decidió dormir con al menos una luz tenue prendida pero no le funcionó mucho por lo que acortar sus horas de sueño quedándose despierta hasta tarde le fue más efectivo.

A principios de Julio, Erika comentó sus ganas de cortar su cabello a Danielle y Penny mientras cenaban. Encontraba que ya le había crecido demasiado y llevarlo corto le sería más fácil de cuidar y no le molestaría para los entrenamientos de Quidditch. Penny aceptó alegremente y se ofreció a hacerle el corte.

Penny era...Penny. Una chica rubia, de ojos azules y de estatura promedio, amable y novia de Danielle desde que terminaron sus estudios en Hogwarts. Había sido una Hufflepuff, y según su hermana, una Hufflepuff bastante popular, algo que la ojiazul podía ver por qué. Trabajaba realizando pociones donde se le llamara y se encontraba trabajando en San Mungo durante ese año, no sabía cómo manejaba su tiempo mientras trabajaba en un hospital para visitarlas seguido.

— ¿Quieres que sea bastante corto o como lo tenías antes hasta los hombros? -Preguntó Penny mientras buscaba unas tijeras y Erika se sentaba en una silla.-

— Corto, pero no tan corto.. -Le respondió notando que Danielle la miraba desde su asiento en el sofá.- ¿Qué?

— Nada, me sorprende que confíes tan fácilmente en Penny cortando tu cabello. -Le dijo encogiéndose de hombros.-

— Confío más en ella que en ti cortando mi cabello. -Le respondió rodando sus ojos.-

Penny volvió con una sonrisa y unas tijeras en mano, al pasar por el lado de Danielle le dió un leve zape en la nuca haciendo que esta se quejara exageradamente.

— A mí me sorprende que mi propia novia no confíe en mí para cortarle el cabello a su hermana menor. -Dijo, fingiendo molestia mientras comenzaba a mojar el cabello de Erika.- La última vez que le cortaste el cabello parecía como si hubieras usado un murtlap en vez de tijeras...

Erika soltó una risa pequeña al oír la indignación por parte de su hermana quien fruncía su ceño y su boca estaba parcialmente abierta. La rubia tenía una sonrisa triunfal mientras comenzó a separar el cabello de la menor por partes y comenzar a cortar, cada mechón cortado hacía que su cabeza se sintiera levemente más ligera, su cabello había pasado sus hombros llegando a su espalda, no le gustaba.

Una vez terminado el corte Erika se miró en el espejo frente suyo, su cabello que ya llegaba a su espalda ahora estaba totalmente corto haciendo que su rostro se notara mucho más. Penny lo desordenó un poco con sus manos haciendo notar que inclusive su melena se veía más sana.