Dark Red || Hermione Granger.

Capítulo 4.2

Finalmente la hora de cenar llegó, cada uno bajó hacia la cocina rápidamente menos los gemelos quienes se aparecieron detrás de su madre provocándole un susto gigante. La mayoría pasó inmediatamente hacia dentro menos Harry quien saludó a Sirius y Lupin después de no verlos por meses. Erika se sentó en la mesa junto a Danielle y frente a Hermione, su hermana la saludó revolviendo su cabello y una sonrisa.

— Gracias por no espiar esta vez. -Le dijo haciendo que Erika mirara hacia otro lado fingiendo inocencia.-

Allí, sentado en la puerta, estaba Crookshanks lamiendose el hocico probablemente saboreando la oreja que se había comido minutos atrás.

— ¿Tuvieron muchos problemas para encontrar a Harry? -Preguntó Ginny sentándose junto a Hermione.-

Tonks negó con su cabeza inmediatamente.

— ¡Para nada! Hicimos un minucioso plan y la casa estaba ya vacía gracias a eso. -Dijo moviendo su mano en señal de que fue fácil.- ¿Saben algo sorprendente? Los muggles son bastante ordenados y limpios. Yo pensé que eran un poco más desorganizados -Comentó la de cabello rosado totalmente asombrada.-

— Que tu departamento sea un chiquero es otro tema...-Murmuró Danielle sirviendo un vaso de cerveza para ella y su compañera.-

— No aprecio que divulges mentiras sobre mi vida de adulta funcional, Dani. -Gruñó Tonks fingiendo enojo.-

Las tres menores rieron mientras que Sirius, Lupin y Harry se unían a la mesa para comenzar a comer. Los gemelos ayudaron a Molly con la cena llevando la olla de estofado deslizándose sobre la mesa haciendo que salpicara un poco, la señora Weasley los regañó inmediatamente mientras que Erika sacaba una gota de estofado que le había caído en la nariz bajo la risa de Danielle, Ginny y Hermione.

— Fred, ¿puedes ayudarme a poner la jarra de jugo? -Pidió Molly.-

Era cómodo estar rodeada de tanta gente, el estar sentados todos en la misma mesa compartiendo y con pequeñas conversaciones banales era como si se sintiera en una familia. Erika nunca había experimentado algo como eso, claro, alguna vez fue a cenar donde los Haywood pero era como todo estudiado y planeado, no hablaba mucho. En este caso era más fácil sentirse cómoda, el ambiente era muy familiar gracias a Molly y los demás.

Era como la mesa soñada de la Erika de 12 años.

Al fondo de la mesa comenzaron a hablar sobre el juicio de Harry cosa que ni Tonks ni Danielle querían que los demás escucharan, no solo porque era aburrido, sino porque no querían generarles más preocupaciones de lo usual. Tonks comenzó a transformar su boca en diferentes animales mientras que Danielle hizo un conejo de servilleta que comenzó a saltar por toda la mesa haciendo reír a la mayoría, por supuesto, el conejo no se acercó donde la conversación seria estaba.

Erika notó que el profeta estaba sobre la mesa a manos de Danielle, la portada era Harry y el titular decía 'EL CHICO QUE MIENTE' para luego cambiar a 'FUDGE DICE QUE TODO ESTÁ BIEN'. La ojiazul frunció el ceño, ¿qué estaba pasando? Pareciera que todos en la mesa sabían sobre eso pero ella no, le pasaba por desconectarse de la realidad durante el verano.

— Muestrale, de todas formas se va a enterar. -Dijo Moody y el periódico fue movido hacia las manos de Harry.-

Harry tomó el periódico y lo leyó confundido, miró incrédulo a cada uno de los presentes quienes lo miraban con pena y seriedad al mismo tiempo. Erika no pudo evitar contagiarse de ese sentimiento también.

— Fudge está usando su poder para manipular El Profeta contra cualquier persona que diga que el señor tenebroso ha vuelto. -Dijo Sirius mirando a cada uno de los presentes en la mesa.-