Algunos días pasaron de forma rápida y desapercibida para la mayoría pero no para el trío de oro. Harry estaba teniendo sus lecciones de oclumancia con Snape y cada vez le era más difícil lograr cerrar su mente tal como el profesor de pociones le decía. Se estaba frustrando y Hermione con Ron eran totalmente conscientes de aquello, el mal humor del chico de anteojos les dejaba en claro que muy feliz no estaba con todo lo que estaba ocurriendo.
Aquella mañana en específico Harry lucía preocupado, mientras caminaban al gran comedor para el desayuno le comentó a Hermione que había tenido una especie de pesadilla, que Voldemort lucía feliz, demasiado, casi en una especie de éxtasis. No sabía el por qué, pero por razones obvias sabía que no se trataba de algo bueno para ellos.
Y lo confirmaron apenas llegó el número del profeta de Hermione junto a los de los demás estudiantes y profesores. Hermione abrió el enrollado periódico y lo estiró sobre la mesa para ver la portada, pero apenas vió diez imágenes en blanco y negro pegó un leve grito. Casi al mismo tiempo murmullos fuertes se comenzaron a escuchar en el gran comedor.
— ¿Qué pasa? -Preguntó Harry intentando ver la portada.-
Diez personas eran la portada de El Profeta aquella mañana. Rostros arrogantes, burlescos podían verse, bajó sus rostros, nombres y placas de Azkaban. El título en grande;
"FUGA EN MASA DE AZKABAN, MINISTERIO SOSPECHA DE NATHANIEL FRUKKE Y SIRIUS BLACK."
Muchos nombres le sonaban a Ron, más de alguna vez escuchó a su padre mencionarlos cuando les hablaba de la primera guerra a él y sus hermanos, pero el que llamó la atención de los tres fue el último.
El nombre de la única mujer en el grupo, su rostro pálido, flacucho junto a una sonrisa obstinada y su cabello ondulado, desordenado. Su rostro hacía demostrar que le daba gracia estar allí en la prisión mágica más segura del mundo.
Antonin Dolohov, acusado de asesinar a los hermanos Prewett y a Violet y August Bones.
Bellatrix Lestrange, acusada de torturar a Frank y Alice Longbottom hasta la locura.
El personal de Azkaban y el ministerio aún deben dar la lista completa de los fugados, no se descarta que más de algún otro mago tenebroso haya escapado.
Se leía.
Inmediatamente buscaron a Neville con rostros preocupados, no lo encontraron sentado en la mesa sino caminando rápidamente hacia las afueras del gran comedor ignorando todas las miradas que se ganaba al pasar por cada estudiante. Si ya habían murmullos estos incrementaron cuando detrás de él salió Erika Frukke a paso rápido con una expresión amarga en el rostro, de la mano, Susan Bones iba a su lado notándose angustiada. Los miembros restantes del quinteto tejón se quedaron sentados en la mesa, por petición especial de la misma Susan, viendo a sus amigas salir de allí luego de que una noticia como esa saliera a la luz.
Por impulso Hermione intentó ponerse de pie para hablar con Erika y preguntarle si necesitaba algo pero la mano de Ron sobre su hombro se lo impidió. Con molestia giró su rostro hacia su amigo quien inmediatamente la miró como si le dijera que se tranquilizara.
— No creo que sea el momento de ir a hablar con alguno de ellos. Neville y Erika se veían molestos y Susan parece que necesitaba un tiempo a solas. -Le comentó el pelirrojo comprensivamente.- Piensa que, primero, Susan y Neville acaban de enterarse que los que atacaron a sus padres ahora están libres. Y segundo, -Dijo, para luego hacer un círculo con su dedo índice sobre las diez fotografías de la portada del periódico.- Uno de estos entrenó a Danielle hace años, ¿no lo recuerdas? Rita Skeeter lo mencionó el año pasado cuando expuso a las Frukke.
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Dark Red || Hermione Granger.
FanfictionErika Frukke es una Hufflepuff que pasó totalmente desapercibida hasta su cuarto año donde en los eventos del mundial de Quidditch se vió metida en un problema junto al trío de oro peligrando que su secreto familiar fuese revelado. Todo cambia en su...