A petición de Alastor Moody los menores fueron escoltados camino a Kings Cross, apenas llegaron al lugar Harry fue separado del grupo y los demás caminaron junto a Moody, Danielle, Penny y Kingsley hacia la plataforma. Luego de pasar el pilar entre la plataforma 9 y 10 vieron a toda la gente que estaba ahí para despedir a su familia, cuando llegaron al vagón donde dejaban sus cosas Harry se les unió, todos comenzaron a subir sus maletas y dejar a las mascotas donde correspondía. Erika ayudó a Hermione sin preguntar a mover la maleta más grande y pesada para pasársela al ayudante del tren, la castaña se sorprendió cuando volteó y vió que la pelinegra ya estaba pasando la maleta sin problema alguno. Inmediatamente y un poco avergonzada le agradeció.
Erika se acercó a Danielle y Penny para despedirse, la mayor abrazó a su hermana con fuerza.
— Por favor cuídate, no dudes en mandarme una carta apenas notes que algo anda mal. -Le pidió.-
— Siempre lo hago. -Le dijo divertida y rodando sus ojos.-
— Lo sé...-Murmuró con un toque de preocupación.-
Erika se despidió de Penny con un abrazo y se unió al trío de oro para subir al tren, la estación era un caos con tanta gente subiendo o pegada a las ventanas para hablar con los estudiantes que iban por primera vez o que simplemente extrañarían bastante.
— Debemos ir al vagón de los prefectos. -Dijo Hermione como recordatorio cuando vió que Erika iba hacia otro lado una vez entraron.-
— Lo sé. Iré a buscar a mis amigos primero, los veré allá. -Erika volteó para seguir su camino por el lado contrario a donde estaba el vagón de los prefectos.-
Caminó por todos los vagones buscando a sus amigos hasta que, a lo lejos, vió a un chico castaño bastante conocido. Era Justin, estaba entrando a una cabina con golosinas en sus manos por lo que caminó rápidamente hacia allá. Quería contarles que era prefecta, contarles qué había pasado en el verano y explicarles todo pero apenas llegó vió que solo Susan, Hannah y Justin estaban ahí sentados los tres conversando casualmente sin notar su presencia. Susan llevaba su rojo cabello suelto, le había crecido y parece que le llegaba a la cintura, Hannah llevaba su rubio cabello en dos trenzas y Justin se había dejado el cabello un poco más largo. Los tres se veían más grandes y habían cambiado, Justin inclusive se había perforado la oreja.
Pero su mirada silenciosa no pasó desapercibida por mucho tiempo, Hannah giró su rostro y sus ojos se toparon. La rubia se puso de pie con la boca abierta en indignación y caminó hacia la puerta bajo la mirada de sus dos amigos, al abrirla ambas quedaron frente a frente, Hannah era unos centímetros más baja por lo que sus ojos tuvieron que elevarse un poco para conectar la mirada con Erika.
— ¡Tú maldita desaparecida! -Le gritó a todo pulmón haciendo que la ojiazul retrocediera unos pasos torpemente por el susto.- ¡No respondes cartas, te sacas la pulsera, ¿y te apareces como si nada?!
Frukke tragó saliva nerviosa, vió como Justin y Susan se asomaban, no se veían muy gratos de verla tampoco. Quizás Danielle tenía razón sobre responder las cartas.
— Yo...
— Estábamos preocupados por ti. -Dijo esta vez Justin asomándose.- Pensamos que no volverías a Hogwarts.
— Eso es estúpido...-Murmuró la ojiazul confundida.- ¿Por qué no volvería?
— ¿Porque no supimos de ti en todo el verano quizás?. -Le reclamó Hannah de brazos cruzados.-
Erika buscó a Susan con la mirada, la pelirroja la miraba en silencio con un rostro entre triste y aliviado. Le sonrió con debilidad y su amiga le devolvió la misma sonrisa.
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Dark Red || Hermione Granger.
FanfictionErika Frukke es una Hufflepuff que pasó totalmente desapercibida hasta su cuarto año donde en los eventos del mundial de Quidditch se vió metida en un problema junto al trío de oro peligrando que su secreto familiar fuese revelado. Todo cambia en su...