Capítulo 5

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El ambiente en la sala común de Hufflepuff era agridulce aún, algunos estudiantes ya habían superado la repentina y poco deseada participación de Harry en el torneo pero otros seguían enojados con el Gryffindor y la situación en sí. Ernie, Justin y Hannah eran los más molestos con todo y lo expresaban, Susan y Erika también estaban un poco molestas pero no sentían la necesidad de mirar de alguna forma en específico a Potter. 

Sus amigos ignoraron por completo al chico en su clase de Herbología incluso riéndose de él cuando sufrió un problema con una de las plantas, a su frente vió el incómodo escenario del trío de oro donde podía ver que Weasley no le dirigía la mirada a Harry y Hermione trataba de ser mediadora entre aquella pelea silenciosa. Era extraño ver que Ron estuviera enojado, pensó que, al ser mejores amigos, el pelirrojo estaría apoyando y gritando a los cuatro vientos lo genial que era ver que su amigo representaba a la escuela tal como los demás Gryffindor hacían.

Hermione lucía complicada y miró en su dirección, Erika le brindó una mirada empática apretando sus labios y subiendo sus cejas siendo respondida por una sonrisa acomplejada por parte de la castaña.

Una vez salieron de la clase de Herbología tenían un periodo libre al cual Cedric había tomado para que, los que pudieran, fueran al campo de Quidditch para practicar. Por más que no hubiese copa de Quidditch aquel año los equipos entrenaban de igual forma para no perder la forma ni estrategias. Al separarse vió que Draco y su pandilla repartían unas especies de insignias a los estudiantes, entre ellos estaba Pansy quien sostenía la cajita de donde Draco sacaba los pequeños botones. Conectaron miradas y Frukke tan solo movió su cabeza y siguió caminando, seguramente era una estupidez como las que siempre hacía Malfoy.

Su día no estaba yendo por el buen camino en lo absoluto, su bate favorito con el que practicaba sus golpes estaba astillado provocando que toda su palma se llenara de pequeños trocitos de madera que pinchaban de una manera bastante dolorosa. Una chica de su equipo la ayudó a sacarlas pero su paciencia estaba siendo probada el doble escuchando a Zacharias presumir que él seguiría jugando aún con la mano llena de astillas, chistoso cuando él solo era uno de los cazadores y había fallado su prueba para ser golpeador. Erika prefirió guardar silencio y dejó al chico hablando solo, pero no fue hasta el pequeño partido amistoso que ya su paciencia estaba llena cuando aún ni siquiera era pasada la hora de almuerzo. 

Smith rodaba sus ojos notoriamente cada vez que Erika golpeaba la bludger mientras él se quedaba mirando la bludger pasar frente a él, pero también se quejaba cuando su equipo no metía puntos murmurando que le había tocado el peor equipo logrando enfurecer a Frukke.

— ¡Por Merlín, ¿qué demonios quieres?!-Gruñó acercándose en su escoba al chico.- ¡Lo único que haces es quejarte por todo y no eres capaz de hacer un mísero punto!

Cedric miró de lejos la discusión y comenzó a acercarse lentamente mientras que Smith fruncía el ceño cuando vió acercarse a Erika.

— ¡Debo armar una estrategia, pero también debo ver que ustedes estén jugando bien si no quiero recibir una bludger en la cabeza! -Respondió molesto.-

— ¡Pero si estoy desviando las bludgers para que puedas moverte libremente y no lo haces!

— ¡Golpeas muy suave! -Reclamó el rubio rodando sus ojos.- Debes golpear con fuerza, no entregarles la bludger en la mano a los del equipo contrario.

— Es la primera práctica del año, no me digas qué hacer. -Refunfuñó la pelinegra cruzándose de brazos.-

— ¿Por eso también vuelas lento?

Ya harta del tono de voz de su compañero de equipo Erika bajó hasta tierra para caminar con paso firme a buscar sus cosas y cambiarse. Le gritó algo rápidamente a Cedric y caminó por el vestíbulo poniéndose su sweater encima de su camisa de entrenamiento, Zacharias era el Hufflepuff más insoportable jamás conocido por ella, ni siquiera un primer año era tan saca quicio como él. 

Dark Red || Hermione Granger.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora