Dark Red || Hermione Granger.

Capítulo 2

El expreso de Hogwarts comenzaba su camino hacia un nuevo año escolar desde la plataforma 9 ¾ . Los estudiantes llenaban las cabinas acomodándose para el largo viaje que los esperaba, el paisaje verdoso y soleado de años anteriores había sido remplazado por una lluvia fuerte que golpeaba la ventana de la cabina donde Erika y compañía estaban sentados. Los Hufflepuff estaban sentados en sus posiciones definidas de forma inconsciente desde que se hicieron amigos, Erika tenía su cabeza recostada en las piernas de Susan quien le acariciaba el cabello mientras Justin frente a ellas hablaba algo sobre un deporte muggle llamado beisbol, comentaba que su madre le había regalado la camiseta de su jugador favorito por su cumpleaños y explicó cómo se jugaba, después de todo el mundo mágico no conocía cómo era. Comentó que era un poco parecido al Quidditch y Erika no le creyó del todo porque según ella "nada era mejor que el Quidditch."

La puerta de la cabina se abrió minutos después, mostrando a Ernie y Hannah que volvían de dar una vuelta por el tren cambiando tarjetas de ranas de chocolate pero uno de ellos, específicamente Ernie, se veía más molesto. Se sentó de manera brusca y bufó, al contrario, Hannah se sentó más tranquila después de su amigo junto a Justin.

— ¿Ahora qué? -Preguntó Justin mirando a su amigo.-

Ernie miró a Erika por unos segundos antes de hablar.

— El estúpido de Malfoy, nos preguntó por Erika y su futura celda en Azkaban. -Gruñó Ernie rodando sus ojos.-

— Sorprendentemente sí estuve a punto de que me llevaran a Azkaban.... -Murmuró Erika sentándose derecha.- Crouch me tomó como sospechosa principal apenas escuchó mi nombre, me apuntó con su varita y me miraba como loco. Casi lo tomó personal. Me salvé porque el señor Diggory mencionó que Danielle trabajaba con él y porque Harry corroboró que estuve con ellos cuando se conjuró la marca.

Su hermana mayor, Danielle, le había mandado una carta apenas supo lo que había ocurrido. Le mencionó que mandó una carta al ministerio pidiendo que revisaran su caso nuevamente porque haber pensado que su hermana menor era mortífaga era arruinar todo lo que habían investigado años anteriores.

— Es culpa de ellos, se supone que estarían vigilando todo. ¿Cómo pudieron pasar algo tan...notorio como un mortífago? -Dijo Hannah masticando un caramelo con el ceño fruncido.- Intentar culparte por tu apellido es...

— Es entendible teniendo en cuenta el contexto. -Dijo Susan sorprendiendo a todos.- Mi tía me explicó que a Danielle la interrogaron bien feo a pesar de que todos sabían que está en Estados Unidos. Tenían Aurores por todos lados y nadie entiende cómo pasó entonces buscan a informantes dentro de sus propios Aurores.

La tía de Susan, Amelia Bones, era una miembro importante dentro del Ministerio de magia. La mujer se convirtió en jefa del departamento de aplicación de ley mágica haciendo que su nombre sea conocido por todos lados y manejara situaciones de ese índole de primera mano.

— Intentaron culpar a Potter. El miedo realmente no los hacía pensar bien. -Murmuró Erika mordiendo su mejilla interna al recordar la escena.-

— ¿A Harry? Merlín, debió ser un caos. -Murmuró Justin sorprendido.-

— Lo importante es que todos están bien y ninguno fue llevado a Azkaban. -Susan finalizó la conversación con una sonrisa viendo a Hannah comer algo.- ¿Pasó la señora del carrito?

Hannah movió la cabeza lado a lado como si dijera 'más o menos'

— Estaba en el pasillo cuando veníamos para acá. Seguro ahora está unas cabinas más adelante. -Respondió.-

Susan miró a Erika. — ¿Quieres algo del carrito?

— Iré contigo, también quiero comprar.

Ambas se pusieron de pie y salieron de la cabina. Efectivamente, como había calculado su amiga rubia, estaba unas cabinas más adelante. Pasaron junto a unas chicas Ravenclaw que caminaban en sentido contrario, Erika saludó a Cho Chang con un movimiento de cabeza al pasar. Se conocían por Quidditch, Cho era buscadora de Ravenclaw, una chica bastante agradable y atenta en cualquier sentido además de también ser la novia de Cedric. Cada vez que sus casas se enfrentaban deseaba suerte a cada uno de los jugadores del equipo contrario, aunque Erika siempre pensó que era para llamar la atención de Cedric antes de que se hicieran pareja pero cuando se hicieron pareja antes de terminar el año anterior se dió cuenta que su amabilidad era verdadera.