Dark Red || Hermione Granger.

Capítulo 12

La sala común de noche era bastante tranquila, la chimenea prendida y las conversaciones cercanas en un tono moderado creaban un ambiente grato donde podías leer un libro sin problemas. Erika estaba en una de las mesas de la sala común estudiando encantamientos junto a Susan que a su lado estudiaba Astronomía, ambas apreciaban la compañía silenciosa mientras estudiaban aunque fueran cosas distintas.

— ¿Sabías que la luna influye en el mar? -Murmuró Susan escribiendo en un pergamino.-

Erika levantó la cabeza de su libro y la miró sorprendida ante aquella información.

— ¿Y cómo?

Susan le mostró el libro a su amiga y apuntó la página que estaba leyendo.

— Dependiendo de la fase lunar la marea cambia. -Explicó.- La luna atrae el agua y eso va con lo de marea alta o baja.

— Genial...Quizás tome astronomía el próximo año. -Murmuró Erika.-

— ¡Por favor! Así me mantienes despierta durante la clase.

Ambas rieron, Erika decidió tomarse un pequeño descanso de su lectura y miró a Susan leer, llevaba su rojo cabello en una cola baja que caía por su hombro, su peinado típico para cuando iba a dormirse. A su lado tenía una taza de té que aún soltaba vapor dando a entender que estaba caliente, había un platillo con galletas en medio de donde las dos sacaban de vez en cuando.

— Eri, ¿piensas hacer algo para tu cumpleaños? -Preguntó Susan mirándola y ladeando su cabeza.-

La nombrada suspiró estirando su brazo para sacar una galleta, sabía que en algún momento Susan u otro del grupo le preguntaría sobre su cumpleaños. Incluso estaba segura que Cedric y ellos ya habían hablado.

— Le dije a Cedric que no, asumo que les contó. -Respondió masticando la galleta.-

— Sabes que sí. -Susan levantó sus hombros, sabía que no sacaba nada con mentir respecto a eso.- Ahora tenemos más libertad en comparación del año anterior, ¿quieres hacer algo simple?

Susan sabía que no podían obligarla a celebrar su cumpleaños de todos modos, pero tratar de que tuviera un día solo para ella celebrando que había nacido no estaba mal tampoco. Sabían que Erika no celebraba sus cumpleaños antes de Hogwarts y de verdad querían darle a entender que era una fecha especial.

Erika suspiró, su amiga era demasiado amable como para obligarla a hacer algo en su cumpleaños y sabía que le preguntaba porque los demás ya tenían algo planeado pero ella prefería preguntar primero a hacerla enojar.

— Solo algo con ustedes, como siempre. -Respondió finalmente haciendo sonreír a Susan.-

La puerta de la sala común se abrió y la figura de la profesora Sprout se dejó ver, con la mirada buscó a alguien en especial y encontró a quien buscaba en la mesa de Bones y Frukke. A paso lento y con un rostro sereno se acercó a la mesa saludando a ambas estudiantes que estaban allí mirándolas con curiosidad.

— Buenas noches, Bones, Frukke. Erika, necesito que vengas conmigo un momento. -Pidió la profesora.-

Susan y Erika se miraron brevemente para luego mirar a Sprout con sus cejas levantadas en duda.

— Pero profesora...son casi las diez de la noche. -Dijo Erika confundida.-

— Sí, y yo le estoy pidiendo que venga conmigo. -Respondió manteniendo su sonrisa poniendo nerviosas a las dos amigas.-

Con lentitud y desconfianza Erika se puso de pie mirando a Susan como si ella tuviera la respuesta a lo que estaba pasando. Sprout comenzó a caminar fuera de la sala común seguida de una confundida Erika quien miraba hacia todos lados como si alguien fuera a saltar sobre ella y pegarle el susto más grande de su vida. Las dos subieron al primer piso y caminaron por los pasillos en silencio.