Dark Red || Hermione Granger.

Capítulo 16.2

Las sesiones del ED estaban ayudando a sobrellevar las clases de Umbridge, el que cada uno supiera que estaban poniendo en práctica sus conocimientos a las espaldas de la mujer generaba una especie de rebeldía en cada uno de los integrantes.

Erika estuvo ayudando a Neville a perfeccionar el encantamiento de desarme durante la siguiente semana, a pesar de que Harry estuvo enseñando más hechizos, su amigo amante de las plantas no quería dejar de practicar hasta poder desarmar a alguien de forma perfecta. Estuvo practicando junto a Nigel Wolpet, un Gryffindor de segundo año que tenía demasiada energía acumulada y era el compañero perfecto para prácticas.

El pequeño segmento de duelo había estado yendo bien, descubrió que Susan era bastante buena en duelos informales puesto que venció a Padma Patil de forma bastante rápida en un duelo de práctica que tuvieron. Ernie no pudo evitar sentir un leve escalofrío exclamando que su amiga daba un poco de miedo cuando vió aquello.

Aquella sesión habían decidido practicar el hechizo aturdidor, Harry mencionó lo necesario que era aprender aquel hechizo puesto que era bastante útil para salirse de algún apuro de forma rápida. Llamó al frente a Nigel para que este probara, el niño lucía un poco nervioso teniendo las miradas de los estudiantes más grandes sobre él.

— Vamos Nigel, dame tu mejor tiro. -Le dijo con confianza Harry desde el otro extremo.-

Con nervios el niño tomó su varita y la agitó con fuerza, apenas pronunció Stupefy tanto él como Harry salieron hacia atrás cayendo de espaldas con fuerza. Nigel cayó fuera del cojín de protección quedando cerca de la chimenea y rápidamente Erika se acercó para ayudarlo a ponerse de pie.

— Fuiste tan poderoso que casi te caes dentro de la chimenea. -Le dijo con una pequeña sonrisa mientras le estiraba la mano.- ¿Estás bien?

El pequeño Gryffindor se puso de pie y le asintió inmediatamente, Erika revolvió su cabello y se quedaron conversando un poco sobre cómo mejorar el efecto rebote que el hechizo tenía, totalmente ajenos a la mirada enternecida por parte de una Gryffindor específica.

Una vez Nigel ya estuvo de pie y calmado, Harry le pidió a Ron y Hermione que pasaran adelante a intentarlo. Ambos salieron del grupo de gente para caminar hacia el frente, Erika apoyó a ambos desde los costados a pesar de que todos sabían cómo terminaría aquel encuentro. La Hufflepuff logró escuchar a los gemelos apostando a que Hermione destrozaría a su hermano en menos de cinco segundos.

— Tú puedes, Ron. -Animaba Fred con un toque de burla.-

— Pobre Ron...-Murmuró Susan mirando con un poco de pena al pelirrojo.-

— Yo creo que sí podrá, le tengo fé. -Aseguró Erika mientras miraba a Weasley.-

Ambos se pusieron en posición antes de que Harry les indicara que podían comenzar. Antes de que Ron pudiera decir algo la varita de Hermione se movió rápidamente y lo único que lograron ver todos fue a Ron salir volando hacia atrás con fuerza, al caer logró que un ruido seco se escuchara logrando que todos hicieran una mueca de dolor al verlo. Erika no pudo contener una sonrisa gigante al mirar rápidamente a Hermione quien tenía un rostro satisfecho y orgulloso.

Mientras Ron se ponía de pie avergonzado algunas risas lograron escucharse, al notar que el chico estaba bien la ojiazul se acercó a Hermione sin pensarlo dos veces y le tocó el hombro para llamar su atención.

— ¡Lo hiciste genial! Tu tiempo de reacción es increíble, quizás para el entrenamiento de duelo te ponga con alguien a ese mismo nivel. -Le dijo con total emoción y un brillo en sus ojos.-

Hermione se sonrojó levemente y sonrió con sus labios hechos una línea.

— Gracias...Creo que fue solo suerte porque Ron piensa demasiado antes de hacer algo. -Hermione miró a su amigo que se reintegraba a los demás.-