Dark Red || Hermione Granger.

Capítulo 11

Hermione estaba al fondo de la biblioteca en la sección de literatura muggle, no le sorprendía que hubiera una sección dedicada a la literatura de su mundo puesto que era probable que los que tomaban estudios muggle debían ir a esa sección seguido. ¿Por qué estaba en la biblioteca cuando tenían una semana libre por fiestas? Además de querer leer algo casual aquella semana quería ver si algo en aquella sección la ayudaría a entender mejor lo sentido la noche pasada después de su beso con Krum, tenía miedo de preguntarle a alguien sobre aquello, bueno, específicamente a Ginny puesto que no tenía la confianza con nadie más como para hablar de ese tipo de cosas. 

Harry y Ron no lo entenderían, a ellos les gustaban las chicas y era algo sin problema para ellos, pero Hermione no debía sentir esas cosas según el mundo muggle y necesitaba buscar respuestas en cosas muggles. Decidió ir por una lectura simple tomando El mago de Oz, con el libro en su mano izquierda siguió revisando la estantería la cual estaba polvorienta por la obvia falta de interés de los estudiantes por la literatura muggle. 

Una sección al final del pasillo tenía pocos libros y se acercó, libros de poesía y demás estaban allí, tomó algunos leyendo los autores, Virginia Woolf, Safo, Dickinson, no le sonaba ninguno. Pero uno de los libros que llamó su atención era el que tenía como título "Cartas de Vita Sackville-West y Virginia Woolf." No supo por qué pero rápidamente lo tomó y se lo llevó, anotó su nombre en la pequeña tarjeta de la biblioteca y caminó hasta su habitación. Iría a buscar a Erika después de almuerzo para hablar las cosas tal como le dijo la noche anterior, no pudo evitar sentirse avergonzada de que Erika la hubiera visto llorar de esa forma causándole pena lo suficiente como para ir a dejarla a su sala común.

Caminó rápidamente hacia su habitación dejando los dos libros sobre su velador para luego tomar una bufanda y salir en busca de Erika, el día estaba soleado pero la nieve de la noche anterior creaba un poco de humedad por lo que era mejor no salir con ropa muy delgada.

 Caminó por el primer piso y los jardines pero no la encontraba, tampoco encontraba a Cedric o alguien de su grupo de amigos por lo que era probable que estuvieran en su sala común. Derrotada decidió caminar de vuelta a su sala común y comenzar a leer uno de los libros que había pedido, pero cuando subía la escalera para ir al segundo piso se topó unas chicas de Beauxbatons con las que había hablado la noche anterior, entre ellas estaba Fleur Delacour y una chica con la cual había visto a Erika hablar más de alguna vez. No lo había notado pero Fleur se notaba más relajada que el primer mes que había llegado, quizás se estaba acostumbrando a estar lejos de su país natal de a poco. 

Se saludaron con una sonrisa rápida y Hermione subió rápidamente las escaleras sin notar la mirada de los ojos oscuros de Adrienne siguiéndola lentamente.

Llegando al tercer piso vió a Viktor Krum caminando junto a otros estudiantes de Durmstrang y algunos Slytherin, no estaba lista para enfrentar a Viktor cuando su mente era un desastre por lo que se dió media vuelta y se devolvió por donde había llegado, quizás pasar un rato en los jardines no sería tan malo.

El jardín interior ya contaba con algunos estudiantes y, si era honesta, no quería estar rodeada de gente en aquellos momentos. Volteó rápidamente y se detuvo al ver algo conocido sentado cerca de uno de los pasillos. Guardaba un collar de oro en la pequeña bolsa que tenía en su estómago como si nadie lo estuviera viendo pero cuando notó que era observado se detuvo quedándose quieto como si así fuera a desaparecer. Barto el Escarbato estaba haciendo de las suyas nuevamente, lo que podía significar que Erika estaba cerca. 

Su razonamiento no falló porque de la nada vió a alguien tirarse al piso cayendo en su estómago y con sus brazos estirados logrando que la criatura quedara entre sus manos, cuando levantó su cabeza se logró ver su sonrisa satisfecha y mirada acusatoria, quién sabe desde cuando estaba persiguiendo al Escarbato. La Hufflepuff se puso de pie mirando victoriosa a Barto y al levantar su cabeza notó que no estaba sola, se sorprendió al ver a Hermione frente a ella mirándola con una sonrisa suave.