Capítulo 6.2

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El desayuno concurrió con normalidad, los horarios de clase y patrullaje fueron entregados para ser revisados mientras comían. Aquel año Erika cumplió la promesa de tomar astronomía junto a Susan quien se lo agradeció totalmente, Justin tomó Runas Antiguas y Hannah Aritmancia, Ernie se quedó con estudios muggles.

Lo que llamó la atención de los horarios de patrullaje a la gran mayoría de prefectos de quinto era que habían días donde el patrullaje era en parejas y estas variaban en casas, podía tocarle a un ravenclaw patrullar con un slytherin un día y otro distinto tocarle con su compañero de la misma casa. Algo que no le agradó mucho a Ernie.

— ¿Te imaginas me toca con Malfoy? -Preguntó indignado.- Seguramente me mata ahí mismo.

— Te recordaremos como el único rubio soportable de nuestro año. -Le dijo Justin mientras comía sus huevos revueltos.-

Pero Erika pensó en que estaba la probabilidad de que en algún momento le tocaría patrullar con Hermione. A solas. En el castillo. ¿Qué harían? ¿Caminar a solas por los pasillos...en silencio? Una tortura, era el escenario perfecto para decir algo estúpido o que Peeves le juegue una mala broma.

Aquella semana le tocaba hacer patrullaje con Ernie, una chica de Ravenclaw y en solitario. Ernie temía que él patrullara con Malfoy pero a Erika le preocupaba que Hermione tuviera que patrullar con Malfoy. ¿Los profesores pensarían en cómo se lleva cada estudiante con el otro antes de formar las parejas? Esperaba que sí. Logró ver a la Gryffindor a lo lejos en la mesa comiendo con sus amigos, convenientemente la luz del sol matutino le llegaba por la espalda haciendo brillar su ondulado cabello. Ella reía por algo que Ron había dicho, reía con ganas mientras lo empujaba en forma de juego.

Esos dos seguramente terminarán juntos en algún momento.

Hermione es inteligente y se quedará con el chico que ve todos los días.

Sí, tenía sentido.

Pero su vista fue interrumpida por un cuerpo, levemente molesta levantó la mirada y palideció. Frente suyo habían dos personas, Alex y Lea Scamander, sus primos. Alex la miraba con una sonrisa mientras que Lea analizaba a cada uno de sus amigos en silencio puesto que ellos los miraban con sorpresa.

— ¿Podemos ver tu horario? -Le dijo repentinamente el chico tratando de quitarle la hoja que estaba en sus manos, pero la Hufflepuff se lo impidió.- No sabía que te habías vuelto ruda.

Erika lo miró con el ceño fruncido tratando de asimilar lo que estaba pasando. ¿Ella era ruda? ¡Él estaba siendo grosero! Miró a Lea buscando una respuesta, ella era un año menor que Alex y Erika, siempre había sido un poco reacia a hacer amigos pero simplemente porque sentía que nadie la entendía completamente.

Por otro lado Alex hacía amigos por todos lados y no tenía pelos en la lengua para nada, era demasiado extrovertido y aquello lo llevaba a pensar que podía hacer lo que se le diera la gana sin tener consecuencias al respecto.

— No estoy siendo ruda, tú estás siendo grosero. -Le dijo la ojiazul un poco molesta.- ¿Qué hacen aquí?

— ¿Aquí en tu mesa o en Hogwarts? -Preguntó el pelirrojo ladeando su cabeza.-

— Ambas cosas.

— Papá fue llamado por el ministerio y nos mudamos. No sabemos por cuánto tiempo. -Explicó Lea cruzándose de brazos.- Y estamos en tu mesa porque esta maldita escuela es gigante y necesitamos una guía.

— Tienen a sus prefectos para eso. -Reclamó la Hufflepuff.-

— Tú eres una prefecta. -La Ravenclaw apuntó la insignia en el uniforme de la resignada Erika.- Es tu trabajo.

Dark Red || Hermione Granger.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora