Capítulo 18

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El día siguiente fue oscuro para la comunidad de Hogwarts. La gran mayoría aún estaba asumiendo que en el torneo de los tres magos Cedric Diggory de Hufflepuff había muerto, era algo muy poco creíble pero al sentir toda la tristeza alrededor del castillo se podía deducir que de verdad había pasado algo tan horrible.

Ya era de día cuando Susan y Hannah veían hacia la cama de Erika, las cortinas corridas en su totalidad no dejando ver absolutamente nada. No trataron de hablarle ni nada por el estilo, era totalmente inútil puesto que su amiga estaba pasando por un momento terrible y seguramente quería estar sola. Al bajar vieron a Ernie y Justin sentados en el sofá con sus codos apoyados en sus rodillas y sus cabezas apoyadas entre sus manos, estaban incrédulos ante lo sucedido y lo único en lo que podían pensar era en cómo se estaba sintiendo su amiga.

Al sentir bajar a sus dos amigas Ernie se puso de pie con un rostro preocupado, Susan negó con la cabeza indicando que era imposible llegar a la ojiazul en aquel momento.

— ¿Qué podemos hacer por ella en momentos así? -Preguntó el rubio levemente frustrado.-

— Dejarla sola con sus pensamientos. -Contestó Hannah sentándose junto a ellos.- Usualmente no deberíamos, pero está viviendo un duelo gigante en estos momentos y conociéndola no querrá que le hablemos para nada.

— ¿Habrá comido algo? -Preguntó Justin con preocupación.-

— Le dejamos el desayuno junto a su cama temprano, no ha tocado absolutamente nada. -Murmuró con tristeza Susan.- No puedo creer que realmente Cedric...

— La profesora Sprout habló sobre el memorial de esta tarde, ¿Erika lo sabe?

— Creo que no...-Dijo Susan en un suspiro.-

En ese instante la puerta de la sala común se abrió lentamente, por la puerta redonda se vió entrar una figura alta con ropas distintas a un uniforme. Los cuatro amigos se sorprendieron al ver a Danielle entrar casualmente como si fuera una estudiante más, al verlos los saludó con una corta y triste sonrisa mientras se acercaba a ellos con sus manos dentro de los bolsillos su chaqueta larga.

— Hola. ¿Sigue en su habitación? -Preguntó.-

Cuatro cabezas asintieron lentamente.

— ¿Pueden llevarme a su habitación? -Preguntó mirando a Hannah y Susan.- Debo hablar con ella.

Ambas se pusieron de pie inmediatamente y subieron las escaleras hasta las habitaciones. Pasaron por un par de puertas hasta que llegaron frente a la que correspondía a su habitación, en la puerta se veían cuatro carteles con sus nombres y unos pequeños dibujos alrededor de estos, en la placa con el nombre de Susan había un pequeño tejón dibujado, en la placa de Hannah un sol, en la de Erika un escarbato muy mal dibujado mientras que en la de Emily una carita sonriente. Luego de abrir la puerta Hannah y Susan se fueron para dejar a las dos hermanas tener una conversación a solas mientras Danielle entró lentamente a la habitación. No era difícil deducir que la cama que tenía sus cortinas cerradas era de Erika, y si no fuera el caso el desorden del piso la delataría, caminó lentamente y suspiró antes de hablar.

— ¿Eri? -Suavemente intentó llegar a ella, miró hacia el velador y vió el desayuno sin tocar. Era su típico bowl de avena.- Es pasado mediodía, deberías comer un poco.

El silencio fue la única respuesta, la mayor apretó sus labios pensando en cómo actuar en un momento como ese. Cuando su madre murió su hermana era recién una bebé, no debía lidiar con el duelo de esta forma, pero ahora sí. Miro los alrededores de la habitación, estaba todo oscuro, algunas maletas estaban fuera puesto que quedaba poco para el fin de año significando que debían volver a casa. Este año, su hermana volvería a casa con un gran vacío y pena.

Dark Red || Hermione Granger.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora