Capítulo 24.2

4K 410 183
                                    

Los Krups corrían entre las piernas de los estudiantes de Hufflepuff y Gryffindor en la nueva clase de criaturas mágicas con Hagrid, tanto el trío de oro como Erika notaron inmediatamente que esos eran los mismos cachorros que Hagrid les había mostrado en cuarto año cuando tan solo eran unos bebés que no estaban bien entrenados.

Usualmente los Krups eran amables y dispuestos a jugar pero la presencia de Umbridge en la clase los tenía de muy mal humor. Uno incluso estuvo a punto de orinar a la mujer, si no hubiera sido porque Hagrid se dió cuenta a tiempo seguramente esa clase no hubiera alcanzado a llegar al desenlace.

Hagrid, como en todas las clases vigiladas por Umbridge, lucía un poco nervioso. Cada vez que algo salía mal se ponía más nervioso de lo usual por lo que había decidido intentar imitar a algún profesor respetado para, al menos, actuar como el tipo de profesor que Umbridge soportaba. Comenzó a hablar de los TIMOs y cómo los Krups eran una parte importante del exámen, por eso les mandó a hacer una actividad sobre observar el comportamiento de las criaturas.

Muchas dudas fueron surgiendo durante la clase y, para ayudar un poco a Hagrid, Erika comenzó a tomar algunas por él. Comenzó a explicarles a Lavender Brown y Leanne sobre el comportamiento en manadas de las criaturas mientras apuntaba de vez en cuando al pequeño animal que jugaba con un hueso gigante que Hagrid les había entregado para que jugaran.

Aquello no pasó desapercibido por Hermione quien, a pesar de estar a unos metros más allá, se quedó viendo la escena por más tiempo de lo que debía. Estaba comenzando a sentir lo mismo que en el partido de Hufflepuff contra Ravenclaw al ver que gente de otras casas iban a ver específicamente a Erika.

No le agradaba la atención que Erika ganaba de vez en cuando.

— Hermione, se hizo una poza de tinta en tu pergamino. -Le dijo Ron sacándola de su pequeña pelea mental.-

Hermione se asustó y, efectivamente, el pergamino había absorbido toda la tinta de la punta de su pluma. Se había concentrado tanto en mirar a la Hufflepuff que había olvidado que estaba por empezar a escribir.

— Rayos...-Murmuró la castaña mientras ponía el pergamino sucio a un lado.-

A su lado se encontraba Ernie, el rubio había sido exiliado de su grupo por la clase luego de haber provocado que uno de los krups orinara todas las pertenencias de sus amigos. ¡No era su culpa que el pobre animal se emocionara al recibir cariño!

Por supuesto, la escena de Hermione no había pasado desapercibida por el rubio. Quien, con su gran sutileza característica de su personalidad, decidió acercarse.

— Hola. -Dijo, sentándose junto a ellos para luego mirar hacia Erika, más gente se había unido para escucharla.- Sí que atrae público.

Hermione volteó y comprobó aquello, ahora dos personas más se habían unido, Seamus Finnigan y otra chica que no tenía intención alguna de saber su nombre.

— Sí, espero que sea porque es buena explicando. -Respondió con recelo mientras observaba a cada persona de pie junto a la Hufflepuff.-

Ernie y Ron se miraron por unos segundos, pareciera que en cualquier momento Hermione hacía explotar con la mente a alguien de ese grupo.

— Oye, Hermione, sabes que no me gusta ser entrometido pero...-Comenzó a hablar e inmediatamente la chica lo miró con una ceja levantada, era obvio que diría algo entrometido.- ¿Ha pasado...algo entre ustedes? Digo, luego de la sala de menesteres y la salida de San Valentín Erika anda actuando un poco raro.

Ron y Hermione ladearon sus cabezas un poco, habían pasado días de aquellas situaciones y en ningún momento notaron algo diferente en el actuar de la ojiazul. El pelirrojo miró a su amiga en busca de respuestas pero no encontró nada.

Dark Red || Hermione Granger.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora