Capítulo 4.3

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Luego de aquella conversación en el baño Erika y Hermione se fueron a dormir. La Hufflepuff llevó a Hermione de vuelta a su habitación para desearle las buenas noches con un beso en la frente, pero la castaña no tenía intención alguna de dejarla ir, tomándola de la mano, mirándola como si le pidiera en silencio que se quedara un rato más con ella.

Su pequeño momento tuvo que llegar a su fin cuando el cansancio comenzó a pasarle la cuenta a Hermione, haciéndola bostezar a la vez que sus ojos comenzaban a cerrarse por si solos. Una imagen adorable según Erika.

Cada una se fue a dormir con la mente ocupada en la conversación que tendrían al día siguiente, pensando en qué decir, cuándo decir lo que querían decir y cuestionando en cómo iba a terminar.

Erika durmió apoyada en el escritorio luego de sacar las sábanas cubiertas de sangre de la cama, notando como la mancha de las sábanas era copiada en el colchón, haciéndola suspirar con vergüenza. Puso sus brazos sobre el escritorio para usarlos como almohadas y al apoyar su cabeza comenzó a pensar en cómo decirle a la señora Weasley que había arruinado la cama por completo, pasó por distintas opciones hasta que finalmente cayó dormida.

Su sueño fue interrumpido cuando la puerta de la habitación se abrió repentinamente, haciéndola pegar un salto que provocó que casi cayera de la silla.

— ¡Eri, es terrible! -Exclamó exaltado el pelirrojo apenas pudo ser escuchado.- ¡Hermione...!

No fue capaz de terminar la frase cuando Erika se puso de pie y salió de la habitación rápidamente. Bajó las escaleras en una velocidad que jamás pensó que lo haría, dejando totalmente de lado el hecho de que le temía a las escaleras irregulares de los Weasley. Apenas llegó al último escalón buscó rápidamente a la Gryffindor con la mirada, fallando totalmente y logrando alarmarla más. ¿Habrá sido que estaba en su habitación?

Tuvo la intención de volver a subir las escaleras pero se detuvo cuando escuchó la voz de Ginny. Se acercó hasta el living rápidamente, deteniéndose de forma abrupta.

— ¿Qué le pasó a Hermione? -Preguntó alarmada, con su respiración agitada.-

Molly, Ginny y Harry la miraron con extrañeza ante su entrada repentina, los tres sentados en uno de los sillones. La mirada de Harry y Ginny cayó en una Hermione caminando de lado a lado con sus ojos cerrados, intentando calmarse mientras murmuraba cosas hacia sí misma. Erika la analizó por unos segundos con confusión para luego mirar a los demás en busca de respuestas.

— Llegaron los resultados TIMO. -Explicó el de lentes al mismo tiempo que enseñaba un sobre en su mano para luego mirar a su mejor amiga.- Está nerviosa.

Los hombros de la Hufflepuff notoriamente cayeron al suspirar con alivio

— Ah...Pensé que algo grave había pasado. -Murmuró pasando su mano por su cabello.-

— ¡Esto es grave! -Hermione exclamó repentinamente, logrando que Erika pegara un pequeño salto, mirándola asustada.- ¡Son los resultados TIMO, claro que es importante y algo grave!

— Sí, sí, lo sé. -Intentó tranquilizarla mientras miraba con nervios a los demás.- Es que Ron llegó a mi habitación gritando como si algo malo te hubiera pasado...

— ¡Claro que algo malo me pasó, estoy segura que reprobé más de uno! -Las manos de Hermione se elevaron en exasperación mientras detenía su caminata y se abrazaba a si misma.- Y ni hablar de transformaciones...

Erika miró a Ginny y la pelirroja le hizo una mueca de preocupación mientras le entregaba el sobre que tenía su nombre. Atinó a abrirla pero, nuevamente, Hermione la detuvo con un grito.

Dark Red || Hermione Granger.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora