Dulce venganza #2

Una terrorífica revelación

Cuando me disponía a buscar a Preacher para que por fin habláramos, recordé que no sabía cuál era su cabaña y tuve que ir a preguntar a la recepción, había pensado en preguntárselo a Brie, pero cuando llegué a la cabaña todas estaban dormidas, aunque no las culpo, era bastante tarde como para estar despierta, mas yo tenía mis motivos. 

En la recepción me hicieron todo un interrogatorio antes de decirme cuál era la cabaña de Preacher, estuve a punto de irme y esperar al día siguiente, pero como dije anteriormente, no podría dormir esa noche si no hablaba con él.

Su cabaña era la número 3, recorrí todo el campamento hasta llegar ahí, me paré frente a la puerta y miré mi reloj, ya era media noche, seguramente él estaba dormido y yo no quería despertarlo; sin embargo no podía esperar hasta el día siguiente. Estaba a punto de tocar la puerta, cuando de repente sentí que alguien me puso una mano en el hombro, me asusté y volteé rápidamente para ver de quién se trataba.

- ¿Khalleygh? – preguntó una voz masculina.

Era Preacher y se veía algo confundido, supongo que no esperaba encontrarme ahí, aunque yo tampoco me esperaba encontrarlo fuera de su cabaña a medianoche, creía que era la única loca que estaba despierta a esas horas.

- ¿Qué haces aquí? – me preguntó con desconcierto.

- Eso debería preguntártelo yo-

- No podía dormir y decidí salir a dar un paseo y ver las estrellas. Ahora dime ¿Tú qué haces aquí?-

- Te estaba buscando-

Cuando dije eso, Preacher me miró aún más desconcertado.

- ¿buscándome? –

Asentí.

- ¿Para? –

-Para hablar, ¿Para qué más iba a ser? – respondí con obviedad.

- Debe ser algo importante para que hayas venido a mi cabaña a medianoche-

- Sí, es algo muy importante-

-Bueno, podemos hablar en la cafetería- propuso.

- Me parece bien-

Después fuimos a la cafetería y nos sentamos en una de las mesas.

- Entonces Khalleygh, ¿De qué quieres hablar? –

- Primero que todo, ¿Cómo sabes mi nombre? –

Eso era algo que me había estado preguntando desde que estábamos en la cabaña hace unos segundos atrás y me había llamado por mi nombre.

- Brie me lo dijo-

- Ah, está bien-

- ¿Eso era lo que querías saber? –

Negué con la cabeza.

- ¿Entonces qué es? –

Por un instante, no supe cómo iniciar la conversación, había demasiadas cosas que debía preguntarle, pero antes de que pudiera decir algo, Preacher habló:

- Déjame adivinar ¿Esto tiene que ver con lo que pasó en el bosque, cierto? – preguntó, poniéndose serio.

Fue como si me hubiera leído la mente.

- Exactamente- asentí.

-Bien, te escucho-

No tardé mucho en preguntarle lo que me daba vueltas en la cabeza:

- ¿Por qué me salvaste? –

Él reaccionó como si le hubiera preguntado algo absurdo, pero después sonrió.