Pasaron unas seis horas, las contaba para no aburrirme, ya que después de que Sara se fuera, dejándonos claro que sería imposible escapar, Larck y yo no habíamos dicho nada, en realidad no había nada que decir, estábamos secuestrados, probablemente a horas de nuestra muerte, ya no había nada que pudiéramos hacer, nunca en mi vida había sido una persona negativa; sin embargo había que ser realistas, no íbamos a salir vivos de eso. Recordaba la promesa que le había hecho a Preacher y me dolía saber que tal vez no la cumpliría.
Cuando creía que nada podía salir peor, apareció Khloe cargando una silla, la cual colocó a mi lado y se sentó. Tenía ganas de soltarme y golpearla, me había traicionado, había mentido para que nos arrestaran y ahora tenía el descaro de aparecer así como si nada.
- Hola chicos ¿Qué tal? – nos saludó, tan tranquila como si estuviéramos en la mejor situación del mundo.
Le dediqué una mirada fulminante, igual Larck.
- ¿Qué? No me miren así, solo venía a hacerles compañía, este lugar es bastante aburrido, debería decirle a Sara que coloque una televisión o algo parecido.
- ¿Por qué lo hiciste, Khloe? – no pude evitar preguntarle.
Ella suspiró con falso pesar.
Por días me había culpado por su desaparición, había creído que era la culpable, cuando Khloe siempre lo fue en realidad.
- Quisiera decir que lo siento, pero mentiría, desde pequeña sabía que esto algún día sucedería, incluso antes de conocerlos, así que ya estaba preparada.
- Creí que éramos amigas.
- Sí y me agradabas mucho, igual tú, Larck- dijo como si recién hubiera notado su presencia.
Larck amaba a Khloe, él incluso la había conocido antes que yo, por ende también le había dolido su traición y no dudó en hacérselo saber.
- ¿Tan mala amiga eres? Nos conocemos desde hace tres, casi cuatro años y ahora pareciera que se te olvidó ¡Yo te amaba, Khloe, tú me gustabas!- le reclamó.
La confesión de Larck no pareció tomar desprevenida a Khloe, quien se levantó y caminó hasta la silla de Larck, donde colocó sus mano en el respaldar y se inclinó hacia a él, hasta que sus rostros quedaron a escaso centímetros.
- Mentiría si te dijera que no me gustabas, Larck, tal vez si Anibal no hubiera sido mi papá las cosas hubieran sido diferentes- aseguró ella.
Larck pareció nervioso por su cercanía. De verdad que hubiera gritado de emoción en otras circustancias, tal vez si Khloe no nos hubiera traicionado y no estuviéramos secuestrados, literalmente le acababa de decir a Larck que le gustaba ¡Ambos sentían lo mismo!
- Khloe...- trató de decir Larck.
- Shh- siseó ella, colocando su índice en los labios de Larck - Tal vez las cosas no hayan sucedido en el momento correcto, pero hay que aprovechar ahora que podemos.
Larck abrió la boca para refutar, pero antes de poder hacerlo, Khloe estampó sus labios con los suyos en un beso, él abrió los ojos exageradamente, impactado; sin embargo se dejó llevar, hasta que el beso se tornó apasionado. Khloe se sentó sobre sus piernas y envolvió sus brazos alrededor del cuello de Larck.
Veía la escena y no sabía qué hacer o decir, sabía que Larck se moría por Khloe y no tenía problema con ello; no obstante ella nos había golpeado en la casa de Daniel, por su culpa estábamos ahí. Era hija de Anibal y había mentido para que nos arrestaran. Además nos había mentido por siglos. Eso no era amor. Larck pareció darse cuenta de que estaba cometiendo un grave error y se separó de Khloe.
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Dulce venganza #2
Mystery / ThrillerUn oscuro secreto, 2 desapariciones, personas dispuetas a hacer todo por venganza. Khalleygh, una chica de 15 años convece a su sobreprotectora madre de ir a un campamento escolar, el cual parece inofensivo. Pero la desaparición de sus 2 mejores ami...