Nuestra salvación

5 2 0
                                    

Larck se veía estresado con la idea de estar en la cárcel y yo no me quedaba atrás, siempre fui una persona tranquila y ahora estaba ahí por culpa de Khloe, jamás pensé que mi mejor amiga me haría eso. Teníamos que salir de ahí, aún tenía asuntos pendientes con Sara y debía irme el lunes, era un espacio de tiempo demasiado limitado. Se me ocurrió algo y lo dije en voz alta:

- Tenemos que escapar.

Larck me miró como si estuviera loca.

- ¿Cometes un crimen y ahora no quieres asumir la culpa? – dijo él, serio.

Suspiré y me pasé la mano por la cara con frustración.

- Escucha, sé que no confías en mí, pero tienes que creerme, yo no cometí ningún crimen.

- ¿Cómo sé que eso es cierto? Dame una explicación lógica y te creeré- me pidió, cruzándose de brazos.

Era el momento de contárselo todo, me senté en la parte de abajo del camarote y comencé:

- ¿Recuerdas el día que nos mandaron a buscar leña en el bosque? – le pregunté.

Larck me miró un poco confundido, pero asintió.

- Ese día se me perdió el collar que me había regalado mi mamá, por lo que Khloe, Sabrina y yo nos separamos de nuestro grupo, que eran Brie y Preacher para buscarlo- comencé.

Le conté absolutamente todo, desde lo sucedido en el río, el motivo por el cual guardé el secreto, hasta la llamada con Preacher y nuestro plan de escape, Larck estaba estupefacto, durante mi narración no dijo ni una palabra, estaba escuchándome con mucha atención, sentado al otro lado del camarote, parecía no saber qué decir.

- ¿Ahora sí me crees? – le pregunté, rompiendo el silencio.

- ¿Por qué nunca me dijiste nada? Tu vida corría peligro y no pensaste en pedirme ayuda- me reprendió – Además, ¿Por qué no me contaste del accidente? ¿Te lastimaste? ¿Tu mamá está bien? 

-No quería poner tu vida en peligro, si lo hubiera hecho probablemente te hubiera pasado lo mismo que a Sabrina y Preacher- dije con tristeza al recordar a Preacher y Sabrina – Y en cuanto al accidente, solo me golpeé un poco la cabeza, pero ya estoy bien, no te preocupes y mi mamá no ha despertado aún, pero confío en que estará bien.

Larck se dio cuenta de mi pesar y trató de consolarme con un abrazo.

- Perdón, debí preguntarte antes de sacar conclusiones apresuradas- se disculpó.

-No pasa nada, tienes todo el derecho, yo también hubiera reaccionado así.

- Empiezo a creer que si nuestras mamás nos hubieran hablado de esto antes, tal vez la situación hubiera sido diferente.

- Sí, para empezar hubiéramos reconocido a Anibal en cuanto se presentó- asentí.

Estábamos en la misma situación, pues Emily tampoco le había contado nada acerca de lo sucedido en la universidad Itsu y ella también lo sabía, al igual que el resto de los amigos de mi mamá.

- ¿Y crees que Sara te esté buscando? – preguntó preocupado.

- No lo sé, su plan solo era que me arrestaran, pero también existe la posibilidad de que venga a buscarme aquí mismo- expliqué.

- ¿Sabes? Creo que debemos escapar de aquí, buscar a tu mamá, ir a hablar con el papá de Preacher, esconderte y esperar que sea lunes para irte- sugirió Larck.

Me gustaba la idea, solo que le había faltado algo.

- ¿Mi venganza? - cuestioné.

- No es tiempo de vengarse, esa mujer está loca y no dudará en matarte- denegó.

Dulce venganza #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora