Me levanté lo más rápido que pude, dejando la vara en el suelo. La miré, aún horrorizada ¿Por qué estaba cubierta de sangre? La sangre estaba seca, pero seguía siendo aterrador.
- No hay nada- informó Preacher, saliendo del río.
- Pues aquí sí hay algo- dije, señalando la vara.
- Qué es eso? –
-Una vara con sangre-
Preacher se agachó y la tomó.
- Es sangre seca- confirmó.
- ¡Esa cosa podría ser utilizada como un arma! –
- Me temo que tienes razón, esta cosa fue utilizada como un arma- dijo Preacher con seriedad.
Me dieron escalofríos y empecé a sentir mucho más miedo del que ya sentía.
- ¿Pero a quién? –
De inmediato supe la respuesta. Khloe y Sabrina.
- Khalleygh, creo que a tus amigas... trató de decir, pero no se lo permití.
- ¡No! ellas están bien en algún lugar del bosque. Esa vara seguramente era de un cazador y la sangre pertenece a un animal-
- Tenemos que ser realistas, puede que sea la sangre de un animal, pero también puede ser de... - se limitó a terminar la frase, aunque no era necesario, pues yo sabía perfectamente a qué se refería.
Podía ser la sangre de Khloe y Sabrina, lo cual me inquietaba demasiado, pero quise pensar que no era así.
- Coloquémosla en una bolsa, esa es una buena pista- dije, ignorando mi inquietud.
Luego de guardar la vara y de que Preacher se pusiera sus zapatos, decidimos continuar, Él sugirió que fuéramos a la cabaña de la mujer del bosque, al inicio me negué, ya que no quería volver a ese lugar en el que casi nos matan, además no quería que la mujer del bosque nos encontrara, pero Preacher volvió a recordarme que lo hacíamos por Khloe y Sabrina y no pude negarme. El único motivo por el que lo seguía era porque él parecía estar muchísimo más seguro de lo que hacía que yo, además que con la seguridad que decía las cosas era imposible decirle que no, había algo distinto en él, algo que me hacía sentir segura, como la certeza de que me protegería.
Caminamos por una hora, hasta que vimos la cabaña a la distancia.
- Iré a ver que no haya nadie y te aviso cuando es seguro ir-
Preacher se dirigió hacia la cabaña, mientras que yo me moría de miedo, pasaron miles de cosas por mi cabeza, miles de posibilidades de cosas que podían ocurrir y ninguna era buena, todas eran aterradoras y terminaban con nuestra muerte, pero antes de que pudiera pestañear, Preacher me hizo una señal para avisarme que ya era seguro ir.
Caminé hasta la puerta, donde él se encontraba con su linterna y su mochila, después entramos a la cabaña y lo primero que vimos fue la habitación donde había despertado, todo estaba igual, las paredes a las que se les caía la pintura seca, el piso era de piedra y la mesa, aunque vimos unas 4 puertas que no había notado antes.
- Veamos que hay en las habitaciones, tú revisas esas 2 y yo esas- sugerí, señalando las puertas.
Preacher asintió y nos separamos.
Entré a una de las habitaciones, era como una cocina,t enía una nevera, donde solo había unas botellas de aguas; un fregador, el cual tenía una torre de platos sucios que parecía tener siglos de estar ahí; una estufa, con un montón de sartenes con aceite y una mesa. Sobre esta había una carta, sentí curiosidad, así que decidí leerla:
Ya me aceptaron en el colegio, escuché que habrá un campamento justamente en el bosque donde está tu cabaña, puede ser la oportunidad perfecta.
De: Anibal Narvaez
Para: Sara Miller
Estaba asombrada, esa carta se la había enviado Anibal a Sara, lo que significaba que sí estaban trabajando juntos, además estaban tramando algo, pues Anibal escribió: "Puede ser la oportunidad perfecta" pero ¿La oportunidad perfecta para qué? Y si esa carta estaba en esa cabaña, eso quería decir que...
- Khalleygh, debes ver esto – me llamó Preacher desde el otro lado de la cabaña, interrumpiendo mis pensamientos.
Saqué mi celular y le tomé una foto a la carta antes de ir a ver qué sucedía.
La voz de Preacher provenía de una habitación cercana, entré y antes de que pudiera preguntarle para qué me había llamado, lo comprendí. La habitación no era muy grande y no tenía ventanas, pero sus cuatro paredes estaban llenas de recortes de periódico, todos hablaban de la universidad Itsu y había una pared en específico, que tenía fotos; sin embargo, estas no eran fotos cualquiera, eran fotos mías en el parque, en el jardín de mi casa, en el colegio...
Me quedé paralizada ¡Habían estado espiándome!
- Creo que ya entendiste por qué te llamé – dijo Preacher, observando las fotos, serio.
- ¡Han estado espiándome! – exclamé horrorizada
- Sí, seguramente la mujer del bosque, ojalá supiéramos quién es-
Entonces recordé la carta y de pronto todo adquirió sentido.
- Yo sé quién es-
Preacher me miró con algo de confusión.
- ¿Quién es? –
- Sara Miller- respondí con total seguridad.
- ¿Por qué lo dices? –
Tomé mi celular y le mostré la foto de la carta, Preacher quedó impactado luego de leerla.
- A ver, déjame ver si entendí. Anibal le envió esta carta a Sara, la cual estaba en la cocina de esta cabaña, lo cual significa que ella vive aquí- dijo, aún sin creerlo.
Asentí.
- Entonces fue ella quien intentó matarnos-
- Al parecer sí-
Ambos habían planeado una manera de vengarse de mi mamá por delatarlos y esa manera era matándome, solo pensar en eso me causaba terror.
- Tenías razón cuando dijiste que querían venganza- le dije a Preacher, quien aún estaba estupefacto por nuestro descubrimiento.
Él trató de decir algo, pero ambos nos quedamos en completo silencio cuando oímos algo que nos dejó en shock.
Alguien estaba abriendo la puerta principal.
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Dulce venganza #2
Mystery / ThrillerUn oscuro secreto, 2 desapariciones, personas dispuetas a hacer todo por venganza. Khalleygh, una chica de 15 años convece a su sobreprotectora madre de ir a un campamento escolar, el cual parece inofensivo. Pero la desaparición de sus 2 mejores ami...