Dulce venganza #2

La verdad sobre la universidad Itsu

Me dispuse a llegar a la cafetería, pues recordé que debía encontrarme con Preacher a las 12:00, aunque ya iba un poco tarde, eran las 12:05. Me había distraído con la conversación de Camila y el profesor Anibal y lo había olvidado por completo.

Por poco y le contaba a Larck lo del misterio, la verdad había pensado en hacerlo, pero temía que algo malo llegara a pasarle como a Khloe y Sabrina. No quería arriesgar su vida, ya era suficiente con arriesgar la de Preacher y a él se lo había contado solo porque ya sabía gran parte de lo que había sucedido.

Llegué a la cafetería alrededor de las 12:08. Encontré a Preacher sentado en una de las mesas de la esquina, pensé que estaría enojado o impaciente porque aún no había llegado, pero me equivoqué, pues estaba tranquilo, relajado, tomándose un café y leyendo un libro. Me acerqué y lo saludé:

- Hola, lo siento por la tardanza-

- Hola- me saludó, sin dejar de leer.

Luego tomé asiento. Preacher se veía muy concentrado en su libro y no quería interrumpirlo, pero teníamos un misterio por resolver. Empecé a mirarlo fijamente para tratar de recordarle que teníamos cosas importantes que hablar.

- ¿Me dirás por qué llegaste tarde? – preguntó al darse cuenta de que lo estaba mirando.

- Sí y también te contaré acerca de algo bastante sospechoso que descubrí –

Preacher cerró su libro y me miró con mucha atención.

- Te escucho- dijo animándome a comenzar.

Le conté todo, desde cuando hablé con el profesor Anibal, hasta cuando escuché la conversación. Preacher me escuchaba con mucha atención e interés y cuando terminé se veía muy asombrado.

- Bueno, llegas tarde, pero traes información interesante. Ahora resulta que nuestro profesor de Educación Física no es quien dice ser-

- Esto es muy confuso ¿Por qué Camila cree que ese profesor quiere lastimarme? – pregunté confundida.

- No lo sé, tu deberías saberlo-

- Pues no, no tengo idea, ni siquiera lo conozco-

Era cierto, yo no lo conocía ni sabía nada de él, pero él sí me conocía y sabía muchas cosas sobre mí.

- ¿Entonces cómo sabe tu nombre completo? – objetó Preacher.

- No lo sé, lo mismo me pregunto-

- Busquemos su nombre en internet, si está escapando de la policía debe haber información acerca de él, a lo mejor encontramos algo interesante -sugirió mientras sacaba su celular de su bolsillo.

- Buena idea-

Preacher abrió Google y colocó "Anibal De La Fuente" en el buscador. Los resultados fueron impactantes. Encontramos un artículo de 2019.

Antiguo líder del consejo estudiantil de la universidad Itsu, Anibal De La Fuente, huye del país después de escapar de la cárcel Haru. La policía está empezando las investigaciones para localizarlo, pues se sospecha que fue cómplice de Sara Miller, directora de la universidad Itsu, quien fue arrestada tras haber secuestrado a varios estudiantes de su propia universidad.

Ambos quedamos boquiabiertos y perplejos.

- Creo que este asunto es más serio de lo que pensamos – dijo Preacher, aún perplejo.

- Entonces sí es cierto que fue cómplice de una tal Sara, Sara Miller para ser específicos-

- La directora de la universidad Itsu, quien secuestró a varios estudiantes- añadió él.

- Ese artículo es de 2019, significa que lleva 15 años escapando de la policía, increíble-

- ¿Crees que la directora sepa acerca de esto? –

- ¿Cómo crees? Si lo supiera no lo hubiera contratado, además ni siquiera usa su verdadero apellido- respondí con obviedad.

- Está falsificando su identidad, eso es un delito, si eso llega a oídos de la policía tendrá un gran problema-

- Y la policía lo busca, así que tendrá un doble problema- añadí.

- ¿Sabes? Estoy de acuerdo con Camila, ese profesor no tiene buenas intenciones y si Sara Miller escapó de la cárcel seguramente están trabajando juntos para hacer quien sabe qué cosas horribles-

Por más aterrador que sonara eso, sabía que Preacher tenía razón.

- ¿Pero qué estarán planeando? – pregunté con una mezcla de preocupación y miedo.

- No tengo idea, pero este artículo confirma que Sara Miller es capaz hasta de secuestrar, así que no debe ser algo bueno-

Saber eso no me tranquilizaba, teníamos que investigar acerca de la desaparición de Khloe y Sabrina, lo cual me preocupaba mucho, hacía dos días que habían desaparecido y no sabíamos nada de ellas, además teníamos que averiguar quién era la mujer del bosque y ahora acabábamos de descubrir que nuestro nuevo profesor era un fugitivo y que seguramente estaba tramando algo con una mujer loca que secuestró a varios estudiantes de su propia universidad. Ese asunto ya se estaba volviendo más peligroso y complejo.

- Por cierto, tengo una idea para encontrar a tus amigas y averiguar quién es la mujer del bosque- dijo Preacher de repente.

- ¿Cuál? –

- Sonará como una locura, pero creo que deberíamos volver al bosque, tal vez ahí encontremos respuestas-

No lo podía creer ¿En serio Preacher quería volver a ese horrible lugar?

- Es una broma ¿cierto? – pregunté esperando que en verdad lo fuera.

- No, estoy hablando muy en serio-

- ¿De verdad quieres volver a ese bosque? ¿Se te olvida que casi nos matan ahí? –

- No, no lo he olvidado, pero fuiste tú a quien se le ocurrió la brillante idea de investigar, yo solo te estoy ayudando- me recordó.

- Sí, pero...

- No te preocupes, te prometo que te protegeré-

Éso me daba un poco de tranquilidad, pero ¿Por qué el me protegería? preferí no darle tantas vueltas al asunto.

Suspiré.

- ¿Cuándo iremos? –

- Hoy por la noche-

¿Es en serio? ¿De noche? ¿no pudo haber sido en el día? Pensé. Pero no me quejé, solo asentí.

- ¿Y qué haremos con el asunto del profesor Anibal? –

- Investigarlo- respondí con simpleza.

Yo sabía que ese era un tema muy peligroso, pero haber escuchado esa conversación y leer ese artículo me había generado muchas dudas, así que debíamos encontrar respuestas.

- Entonces si quieres, puedes ir a mi cabaña luego de las actividades y buscamos más información antes de ir al bosque-

- Me parece bien-

- Bien, nos vemos luego- se despidió mientras se levantaba de la silla.

- Adiós-

Antes de irse, Preacher miró su reloj, luego me miró a mí y dijo:

- Y creo que deberías cambiarte ese uniforme rápido, porque faltan 5 minutos para iniciar con las actividades-

Lo había olvidado por completo, aún tenía el uniforme de Educación Física, las actividades estaban por comenzar y para empeorarlas cosas ni siquiera había almorzado. Tuve que correr para llegar rápido a los vestidores y cambiarme lo más rápido posible, por suerte llegué temprano a las actividades.