4-El Pacto a la sociedad

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Dos días después del incidente, Angel se encontraba en una habitación de contención, explorando las capacidades de su endoesqueleto mejorado. Sus ojos le brindaban información sobre su entorno y habilidades, aunque descubría con amargura su origen solitario como el último representante de la extinta raza humana.

Narrador.

En la penumbra de su habitación, Angel se sumió en una profunda reflexión. La noticia de que era el último representante de la extinta raza humana pesaba como una carga insoportable en sus hombros. Observó las extrañas luces que destellaban en sus ojos, reflejo de un endoesqueleto mejorado que lo conectaba a un destino que no había elegido.

 Observó las extrañas luces que destellaban en sus ojos, reflejo de un endoesqueleto mejorado que lo conectaba a un destino que no había elegido

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La misión que le encomendaron, la preservación de la humanidad, se había convertido en una utopía inalcanzable. La soledad lo abrazó con fuerza, y el eco de la extinción resonaba en sus pensamientos. La incertidumbre se apoderó de él, y sus manos buscaron consuelo en la superficie fría del suelo.

Con cada respiración, Angel se resignó a su destino incierto. Su misión original quedó sepultada bajo capas de complicaciones, La paz que alguna vez buscó se desvaneció, reemplazada por la trama intrincada de su existencia. En la oscuridad de su habitación, el último humano contempló un futuro que no podía prever, anclado en un presente que no había elegido.

En la oscura habitación, la paz reinaba, pero el destino de Angel permanecía incierto. De la nada una puerta se abrió dejando ver a dos seres Sylva y Ursus, cierta serpiente habló en un tono amigable hacia el chico que parecía incapaz de procesar todo lo que había sucedido.

Sylva: Te trajimos algo de comer, está muy bueno.

Ante lo dicho aquel chico no dió respuesta alguna, la pesadez de un osos se dejó ver para caminar hacia el chico y finalmente sacarlo de su pensamiento.

Ángel: ¿Urso?

Ursus: Si soy yo, ¿todo bien?

Ángel: No...

Sin más cierta serpiente dejo el plato en el suelo para prestarle más atención a aquel chico.

Sylva: Sabemos lo que pasó y lo que le sucedió a Valen...

Ante aquello un ligero temblor invadió a aquel humano al recordar lo que hiso en cuestión de segundos, pero al final esa sensación se transformó en una peculiar satisfacción.

Sylva: y queremos que sepas que no te culpamos por ello, cualquiera es tu situación lo habría hecho.

Las palabras alentadoras fueron dirigidas al humano que solo miraba sus manos recordando la fuerza que había despertado en cuestión de segundos, sus manos temblaban pero no por miedo, si no por ser la primera vez que tensaba sus músculos de forma abrupta.

[Beastars Fanfiction] The Last "Human"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora