Capítulo 2: Deseo vivir una vida normal.

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"No todo dura para siempre".

Estaba en un pacífico sueño, de esos que no sueños de esos que no tienes todos los días. Luego siento que alguien sube a mi cama y se pone de pie sobre ella y comienza a saltar. 

 Lya Veronica Breslin Loshaw. Tu muerte está escrita. 

Ella dio unos cuantos saltos, hasta que se me ocurrió la brillante idea de asustarla. 

—¡BOO! — grité para asustarla, causando que esta se cayera al piso. La pobre se estaba riendo tan fuerte que hasta me asustaba, me acerqué a la orilla y la pude ver retorciéndose de risa en el suelo, no sé si está riéndose para evitar el dolor de caerse de espalda o porque de verdad le causa mucha risa, de todas maneras está riendo y no llorando. 

 —¡Hey! para ya de una vez por todas. — dije y ésta siguió mi orden paró de reír y se levantó, la puse enfrente de mi y la tomé por los brazos —¿Y mamá?

 —En la cocina, haciendo el desayuno.— dijo ella con su dulce voz de niña.

 —Bien, bajemos— baje de mi cama y me agaché a su altura para que ella se posara en mis hombros. 

Iba corriendo hasta la cocina, ella reía mucho, incluso me hacía reír, hasta que llegamos a la cocina y mi madre estaba cocinando, me acerque a la mesa y puse a Lya en una de las sillas y en la otra me senté yo. Mamá se acercó a mí con un plato de Hot Cakes y a Lya le dio cereal, en la mesa había jugo de naranja, así que aproveche y tome un vaso y le serví el jugo primero a Lya y luego me serví yo también, tomé un poco de jugo para comer de mi Hot Cake. 

 —Cariño. — llamó mi atención mamá—Te inscribiré en una escuela, junto con Lya. — dice dándole un sorbo a su jugo y me mira como si esperara una respuesta por mi parte, así que no la dejé esperar ni un segundo más

 —Bien por mí. — dije comiendo un bocado de mi desayuno.


 Terminé de desayunar y me toco limpiar los trastes, después de que terminé, llegaron las demás cosas por instalar,  así que fui al camión de mudanzas a husmear si estaba mi caja de recuerdos. (Es una caja grande donde guardo mis más memorables recuerdos para toda la vida), y por suerte, estaba allí, la tomé y me fui a mi habitación, cuando ya estaba sentada en mi cama con la caja encima de mis piernas la abrí para ver si todo estaba intacto y estaba como lo deje. 

Lo primero que vi fue mi caja un poco grande en forma de corazón, ahí guardaba los dibujos que había hecho y los que me han regalado, en eso vi uno que me habían hecho, era un retrato mío, soy yo en el salón de clases, sonriendo y con mi cabello amarrado, ese retrato siempre me gusto, fue muy especial que mi compañero de clases lo haya hecho por mí, lo coloqué de nuevo en la caja y la cerré con cuidado, la dejé en un espacio de mi armario para luego bajar y buscar mis cosas restantes que había traído el camión de mudanzas.

 (...) 

 Terminamos de acomodar todo temprano, había pocas cosas a diferencia del día de ayer, habían unos señores que instalarán los aires acondicionados y lo demás. 

A mamá se le ocurrió la gran idea de salir a caminar con Lya, ir a un parque, que se yo...

Y aquí estoy, con Lya agarrada de mi mano, caminamos por varios locales, vimos tiendas de dulces y nos quedamos en una pastelería a comer algún postre, mamá me dio dinero para gastarlo en cualquier cosa, así que, entramos en ésta y pedimos dos pasteles de chocolates y dos cafés con leche, a mi madre no le gustaba que Lya tomara café, pero  aún así yo le daba café, porque a ella le gustaba, es nuestro secreto. Saqué el dinero de mis bolsillos y le pagué a la chica que nos atendió y ésta nos dio una factura, que debíamos llevarla a el otro extremo del lugar donde había otro cajero, nos dirigimos allí y le di la factura a la cajera que estaba al otro extremo y ésta nos dijo que no los llevarían a nuestra mesa en varios minutos, nos sentamos en una de las mesas que estaban pegadas a la ventana y decidí que era momento de hablar con Lya.

AbbeyWhere stories live. Discover now