Capitulo 33: ¿Buenos días?

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Abrí los ojos para encontrarme con un techo blanco, éste tenía escrito con pintura la palabra en inglés «Motherfuckers» con un resaltante color verde fluorescente.
Los rayos del sol entraban por la ventana dándonos la señal de que había amanecido.
Sentí como el frío se impregnaba en mi cuerpo,  causando que se me pusieran los pelos en punta.
Alcé mi cabeza y miré directamente hacia mi cuerpo, tenía mi camiseta de System Of A Down que había traído a la fiesta, pero lo que me faltaba era mi falda roja, por lo que estaba con mis calzones rosa pastel con ositos que iban a juego.
Me llamó la atención el hecho de que había una mano sobre mi trasero, miré hacia mi lado derecho y Evan estaba durmiendo justo a mi lado por lo que entendí el por qué sentía una corriente de viento que chocaba contra mi cuello.
Me sentía un poco cansada como efecto de que me había levantado algo temprano, al igual que sentía que mis pestañas pesaban más de lo normal, sentía mi boca reseca como si no hubiera tomado agua en años, por lo que me dejó una sensación extraña en mi boca.

Decidida, levanté mi cabeza de la almohada para ver mejor a mi alrededor y contemplé la escena de muchos adolescentes desparramados en diferentes lugares de la habitación casi desnudos, unas chicas con sólo dos piezas de su ropa interior, chicos en bóxer mostrando su las manchas de pintura en su pecho, algunos estaban encima de otros y habían varios en lugares inusuales —Como una chica que estaba durmiendo en una posición muy incomoda encima de un escritorio de madera—. 
Había pintura por todas partes, el suelo estaba mojado con lo que parecía ser cerveza... O al menos eso quería que fuera
Estaba deseando que fuera un sueño pero algo hizo que creyera que no; Un chico de contextura rellena que estaba sobre un sofá de terciopelo azul durmiendo boca-arriba empezó a roncar muy fuerte, lo que me hizo pensar en el sonido de un tractor arrancando.
—Joder... —Salió en un susurro de mi boca al presenciar la escena de una chica sin sostén.
Por lo que le podía ver sus senos, me sentí un poco rara y a la vez cohibida por el hecho de que tiene más que yo.
Miré hacia mis senos y me los toqué despacio, esos senos eran descomunales a diferencia de los míos que parecían unas espinillas.
Me sentía como una tabla delante de ella.
Tomé una almohadilla que había en el suelo y se la puse arriba de su pecho para cubrir sus atributos que Dios le dio.
Caminé hasta el espejo mientras me acomodaba el cabello, ya que lo sentía más esponjado de lo normal.
Cuando vi mi reflejo en el espejo, mi primera impresión fue de asombro, ya que pareciera como si me hubieran atropellado, al igual que atropellaron mis recuerdos, porque no recuerdo mucho de la noche anterior.
Caminé hacia la puerta que llevaba al baño y la abrí con lentitud para evitar hacer algún ruido que despierte a los demás, al abrir completamente la puerta, volví a cerrarla de un portazo luego de ver la escena de un chico desnudo en la tina del baño. Comprobé con la mirada si alguien de la habitación se había levantado por culpa del portazo pero nadie se había despertado aún. Suspiré pesadamente y me separé de la puerta del baño, fui hasta la cama para contemplar a un Evan dormido. Su cabello rubio estaba alborotado, sus mejillas tenían un leve color rojo que se podía notar a distancia, veía la manera en la que su pecho subía y bajaba como si estuviera hipnotizada.
Cuando salí de mi trance, me acerqué a él para darle un corto pero tierno beso en la frente para dejarlo seguir en sus sueños, giré sobre mis talones y dí unos escasos antes de sentir como mi corazón se detenía un segundo al escuchar una voz en la habitación.
—¿A donde vas, chica mala? —balbuceó la voz proveniente de atrás de mí, la cual pertenecía a Evan.
Joder.
No ahora.
Me dí la vuelta para contemplar a Evan, que tenía cara de recién levantado y le costaba abrir completamente sus ojos, por lo que se los tallaba con lentitud, para luego bostezar con una mano en la boca.
—Buenos días, bella. —musitó éste con una sonrisa.
—Buenos días, bestia. —Se me escapó una risilla por lo que éste me fulminó con la mirada.
—Ja ja, qué graciosa. —dijo con sarcasmo—No quieres ver como se me sale lo bestia.
—¿Me vas a golpear?
—No precisamente de eso estaba hablando.
—Tarado. —Solté una risilla bajita que se desvaneció a los segundos—. Levántate,  vamos a hacer algo.
Al decir eso, éste se puso una mano en la nuca mientras se la rascaba, miró hacia otro lado y luego en su cara se mostró su cara de arrepentimiento de haberlo hecho.
—Aparte de tarado, flojo.
—Está bien, tú lo pediste.
Evan se quitó la sábana de encima y se levantó de la cama, dejando ver que sólo tenía un bóxer puesto y su pecho tenía un poco de pintura en él, me puse una mano en los ojos y solté una risilla. Me sentí avergonzada de haber visto a Evan de esa manera pero a la vez me hacia gracia ya que él simplemente actuaba con naturalidad mientras estiraba sus brazos y solamente estaba allí mirando su cuerpo no tan musculoso pero a la vez se me hacía atractivo, aunque mi vista se iba hacia su trasero.
Está mal, lo sé.
—¿Ya vamos a buscar a los chicos?
—Claro.

AbbeyWhere stories live. Discover now