Capítulo 26: Golpeada y débil.

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"Estoy dejando una llave aquí, algo no siempre estará faltando, eso no siempre se sentirá vacío, aquí"

  —Future, Paramore. 

Lunes.

Cuando sentí que no tenía más sueño, bostecé ruidosamente y luego me tallé los ojos para quitarle la pesadez, cuando abrí los ojos me encontré a Scott vistiéndose, aún no se había puesto una camisa y se estaba subiendo el pantalón por lo que solté un chillido y me tapé los ojos para no verlo. 

—Calma... se te está haciendo costumbre estas situaciones. — dijo Scott soltando una risilla, no podía ver si ya se había puesto el pantalón o no, pero decidí no arriesgarme.

—Como si yo fuera adivina. ¿Ya estás vestido? — pregunté.

—No.

Después de decir eso se escuchó que éste caminaba hacía mi dirección y luego sentí como la cama se hundía, luego Scott plantó un beso en mi cabeza y luego soltó otra risilla por lo bajo.

—¿Ya? — pregunté de nuevo mientras movía mis dedos para poder verlo, sonreí al verlo en frente de mí, aunque éste no tuviera su camisa—. ¡Oh! ¡Vamos! ponte tu camisa. — ordené quitándome las manos de la cara.

—¿No te gusto?

—Sí... solo que... 

Me mordí el labio mientras veía sus abdominales. Okay, eso no está bien.

—Eso. — dijo cortante.

Me tomó por las mejillas y luego acercó sus labios a los míos uniéndonos en un lento beso, cuando me dí cuenta de que era suficiente lo empujé y solté una risilla.

—Ya, termina de vestirte. — le dije mientras tomaba la sábana y me tapaba la cara para no verlo mientras se vestía.

— Como diga, mademoiselle. 

(...)

—¡BOO! — gritó Scott haciendo que me sobresaltara y un poco de mi café cayera sobre mi mono para dormir.

—¡SCOTT! — grité devuelta al sentir el café quemándome en la pierna, dejé la taza con el café sobre la mesa y solté un quejido de dolor, que más bien salió como un gemido.

—Lo siento de verdad, yo no quería, lo siento, ya vuelvo. — dice Scott antes de salir corriendo hacía... donde sabrá él. Ni siquiera sabía a dónde iba.

(^ Obligatorio).

Quemaba mucho porque era un café recién hecho y a Scott se le dio por asustarme mientras tomaba café, esto es lo más hermoso que me ha pasado en la vida; No tan literal.

Esto realmente me estaba quemando, mientras trataba de no soltar un grito que se escuche hasta en Argentina, puse mi mano sobre mi pierna que no le cayó café y prácticamente le enterré mis uñas a mi pierna mientras soltaba quejidos.

—¡Ya estoy aquí! por favor perdóname, lo siento de verdad, yo no quise hacer eso, fue un accidente. — Scott soltaba todo tipo de disculpas mientras me subía el mono hasta el muslo y me echaba una crema para reducir la quemadura.

Parecía un robot mientras hablaba, soltaba todo tipo de disculpas posibles, mientras que yo seguía clavando mis uñas en mi pierna y soltando quejidos sonoros, por suerte agradecí que Annie estaba hablando con una vecina y al menos no se preocupará por mí tal como Scott lo hace.

AbbeyWhere stories live. Discover now